La guerra en el norte de Zamora durante la Edad Media
Alfonso IX. Tumbo A de la Catedral de Santiago. |
Varios de los testimonios de los cronistas y viajeros tienen mucho que ver con el paso de los ejércitos. El territorio de la actual provincia de Zamora fue y es zona de comunicación entre León y Extremadura y Andalucía. Por lo tanto, se entenderá también que cuando los centros del poder político giraban en torno a la capital legionense en la España cristiana y a Córdoba en la musulmana, el antiguo camino romano, luego vía de la Plata, se convirtiera en un eje de comunicación entre el norte y sur peninsular; ello permitió el trasiego de tropas en las operaciones y expediciones militares.
En el contexto de la expansión del reino leonés hacia el Duero tiene lugar la batalla de la Polvorosa en el año 876, a orillas del Órbigo. Son varias las crónicas –algunas prácticamente contemporáneas, como la de Albelda- las que se hicieron eco de la batalla. Aquí se dieron cita dos ejércitos andalusís, uno venido del sur, de Córdoba, por la vía de la Plata, y otro desde las tierras del centro peninsular, de las ciudades musulmanas de Toledo, Talamanca y Guadalajara.
Ciudad Rodrigo. |
El territorio vería nuevas expediciones militares. Otra de ellas
fue la de 1197, con motivo de la guerra entre León y Castilla. El monarca
castellano, aliado con el aragonés, corrió la Tierra de Campos leonesa, contra Alfonso IX, y ocupó las
villas de Bolaños, Valderas, Castroverde y Coyanza (Valencia de don Juan),
entre otras. En este primer ataque los castellanos se acercaron a Benavente “en
donde estaba el rey de León con los moros y cristianos vasallos suyos, y
llegaron hasta Astorga, y algunos incluso hasta Rabana”, según refiere la
Crónica latina de los Reyes de Castilla. En una nueva expedición los
castellano-aragoneses partieron contra el reino de León y “conquistaron Castroléon, Ardón,
Castrogonzalo, Castrotierra y Alba de Aliste, y asolaron todo a sangre y fuego hasta Astorga”.
En ello tenía que ver mucho la
situación fronteriza del territorio, cuyo valor estratégico y geopolítico debió
pesar en la ampliación del concejo benaventano por Fernando II de León en 1181[1].
De Benavente partieron también
varias expediciones militares. Lucas de Tuy, en la Crónica de España (Chronicon Mundi) y
en Los Milagros de San Isidoro. refiere que el rey Fernando II partió de
esta villa para socorrer Ciudad Rodrigo, en el sur del reino, ante el ataque de
un ejército almohade. Esa batalla, conocida en la historiografía mirobrigense por el llamado "milagro de la paloma", tuvo lugar en el año 1174.
Fernando III. Tunbo A de la Catedral de Santiago. |
(Continuará)
[1] De la
ampliación del alfoz de Benavente, en relación de su cercanía con Portugal, ya
hemos hablado en “Frontera y territorio en el sur del reino de León
(1157-1212)”. El Reino de León en la época de las cortes de Benavente.
Benavente 2002, pág. 121, nota 18.
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