José I. Martín Benito
Castelo Rodrigo (Portugal). |
El primer concejo creado en
Riba Côa fue el de Castelo Rodrigo, en septiembre de 1209[1]. Para
Lindley Cintra, ello se vio favorecido por el periodo de paz que se dio en las
fronteras del reino entre 1205 y 1210[2]. Su
fortaleza se enclavaba en un promontorio rocoso situado al norte de la sierra
de la Marofa, en las cercanías de la Ribera de Aguiar[3] (foto
4). Las primeras noticias documentales que tenemos de Castelo Rodrigo las
encontramos en la carta de coto que Afonso Henriques concedió al monasterio de
Aguiar en 1174[4].
Será en 1209 cuando Alfonso IX inicie la repoblación de la villa, que se desgajaba del extenso concejo de Ciudad Rodrigo, con lo que Castelo Rodrigo se convertía así en el concejo situado más al oeste del reino de León en el sur de la frontera con Portugal. Quizás para compensar, el monarca donó en 1210 a la iglesia civitatense y a su obispo Martín la tercera parte del portazgo, la tercia de las quintas y la tercera parte de la moneda de la nueva población[5]. Para llevar a cabo la empresa repobladora, fue necesario que el rey acrecentara el realengo, ciertamente un tanto constreñido por las donaciones anteriormente hechas a los monasterios. Así, el mismo año de la repoblación, recuperó la heredad de Raigadas, que en 1176 Fernando II había dado al Pereiro. Para compensar a los frailes, el monarca les entregó el realengo de Santa Cristina, en el interior del reino, en las cercanías de Zamora, junto con otras heredades en Saltus, Incurranus y Arboxelo. El rey era consciente de que era más lo que tomaba a la orden para la repoblación de Castelo Rodrigo que lo que le daba, por eso hacía el propósito de recompensarles más adelante: “promitto firmiter recompensationem cum se oportunitas obtulerit vobis facere pleniorem”[6].
Será en 1209 cuando Alfonso IX inicie la repoblación de la villa, que se desgajaba del extenso concejo de Ciudad Rodrigo, con lo que Castelo Rodrigo se convertía así en el concejo situado más al oeste del reino de León en el sur de la frontera con Portugal. Quizás para compensar, el monarca donó en 1210 a la iglesia civitatense y a su obispo Martín la tercera parte del portazgo, la tercia de las quintas y la tercera parte de la moneda de la nueva población[5]. Para llevar a cabo la empresa repobladora, fue necesario que el rey acrecentara el realengo, ciertamente un tanto constreñido por las donaciones anteriormente hechas a los monasterios. Así, el mismo año de la repoblación, recuperó la heredad de Raigadas, que en 1176 Fernando II había dado al Pereiro. Para compensar a los frailes, el monarca les entregó el realengo de Santa Cristina, en el interior del reino, en las cercanías de Zamora, junto con otras heredades en Saltus, Incurranus y Arboxelo. El rey era consciente de que era más lo que tomaba a la orden para la repoblación de Castelo Rodrigo que lo que le daba, por eso hacía el propósito de recompensarles más adelante: “promitto firmiter recompensationem cum se oportunitas obtulerit vobis facere pleniorem”[6].
Alfonso IX de León (Tumbo A, Compostela). |
Castelo
Rodrigo quedaba configurado como un concejo extenso. Su alfoz comprendía las
tierras situadas entre el Duero y el Águeda hasta su confluencia con la ribera
de Turones. Esta ribera marcaba los límites occidentales hasta la carrera de Porto
de Carros; desde aquí hasta el Côa y, desde este río, hasta el Duero[7].
Al año siguiente de la
repoblación volvió Alfonso IX a Castelo Rodrigo. Allí, el 29 de diciembre hacía
donación al monasterio de Santa María de Aguiar, de “illud vilare antiquum
quod dicitur Boucia vetus”[8].
Repoblado, pues el norte de
Riba Côa, con el establecimiento de un concejo al oeste de Ciudad Rodrigo, de
cuyos términos se desgajaba, la política regia se dirigirá, en un momento
posterior a Las Navas (1212), a ir paulatinamente completando la repoblación
del resto de la región ribacudana. Así, en el polo meridional surgiría el
concejo de Sabugal, hacia 1218, si no antes, separado también del extenso alfoz
de Ciudad Rodrigo[9]. Del de Sabugal se
segregaron los términos jurisdiccionales de Vilar Maior[10] y de
Alfayates hacia 1227[11].
Quizás antes de esa fecha, Almeida se segregara de Castelo Rodrigo y hacia 1230
lo haría Castelo Bom del de Almeida[12]. La
creación de estos concejos de Riba Côa se incardina, a su vez, dentro de la
política repobladora de Alfonso IX, que se había extendido también por Galicia
y el norte del Duero[13].
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[1] J. GONZÁLEZ, Alfonso IX,
Vol. II, doc. 254.
[2] L. F. LINDLEY CINTRA, Op.
cit., LV.
[3] Sobre esta población, J.
A. BORGES, Castelo Rodrigo, Viseu 2001.
[4] R.
Pinto de AZEVEDO, “Riba Côa sob domínio de Portugal no reinado de D. Afonso
Henriques. O mosteiro de Santa Maria de Aguiar, de fundaçâo portuguesa e nâo
leonesa”. Anais da Academia Portuguesa da Historia, II serie, vol. 12.
Lisboa 1962, pág. 261.
[5] J. GONZÁLEZ, Alfonso
IX, Vol. II, doc. 258.
[6]
J. GONZÁLEZ,
Alfonso IX, Vol. II, doc. 253 y LINDLEY CINTRA, Op. cit. LVIII. El
monarca leonés compensaría con creces a la Orden del Pereiro. En 1218 les hizo
entrega de Alcántara; citar otras donaciones. También, B. Palacios Martín et
alii, Colección diplomática medieval de la Orden de Alcántara, doc.
49. En 1226 Alfonso IX concedió fuero a los hombres de Santa Cristina, J.
RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Los fueros locales de la provincia de Zamora,
Salamanca 1990, doc. 49, pp. 342-343.
[7] L. F. LINDLEY CINTRA, Op.
cit., LVI y nota 76.
[8] J.
GONZÁLEZ, Alfonso IX, Vol II. Doc. 268. En el archivo municipal de
Ciudad Rodrigo hay una copia tardía de la donación, cuyo texto en romance,
difiere del texto latino que se conserva en el archivo de la Torre do Tombo de
Lisboa. A. BARRIOS GARCÍA, J. Mª MONSALVO ANTÓN, G. DEL SER QUIJANO,
Documentación medieval del archivo municipal de Ciudad Rodrigo, Salamanca 1988,
doc. 1. El documento del archivo mirobrigense, que es una copia inserta en otro
de 1 de octubre de 1453, presenta serias dudas sobre el contenido original.
Primero, está fechado también en Castelo Rodrigo, pero lleva fecha de 20 de
agosto de 1211. En el registro documental publicado por J. GONZÁLEZ, Alfonso
IX, Vol II, no consta que en agosto de 1211 estuviera el rey en Castelo
Rodrigo. Sólo se sabe que el rey estuvo en Triacastela el 1 de julio de aquel
año y que el primero de septiembre estaba en Salamanca, donde hacia una
donación a la iglesia zamorense. Segundo, en ambos documentos (en el del
archivo lisboeta y en la copia de Ciudad Rodrigo) actúan como confirmantes los
mismos obispos, así como Rodrigo Pérez, Rodrigo Ordóñez y Juan Arias, actuando
de notario Gonzalo, si bien en el diploma de la Torre do Tombo está también el
tenente de Extremadura, Fernando Fernández, que no aparece en el documento de
Ciudad Rodrigo, el cual, además, incluye como confirmante a Álvaro Núñez,
“tenente de las Montañas”. Álvaro Núñez (de Lara) es un personaje ligado a la
corona castellana, pero no se conoce ninguno asociado con el mismo nombre a la
corte leonesa ni que actúe como confirmante en la diplomatura de Alfonso IX.
Así pues, creemos que el documento de Ciudad Rodrigo es apócrifo. Además, esta
versión incluye los límites de la heredad de La Bouza: (“Voçavieja, que
es entre Doscasas e Turones, asý conmo se departe por aquella carrera que va de
Vervenosa a Villar de Çiervo, por la sauzeda de Turones fasta Doscasas, e de la
otra parte asý conmo se juntan los dichos ríos”) y que no se señalan en el
diploma del archivo de la Torre do Tombo. Sorprende que en fecha tan temprana
aparezca citado Villar de Ciervo, del que documentalmente no tenemos otra
noticia hasta 1376, A. BARRIOS, et alii, Op. cit. doc. 19, con motivo
del interrogatorio sobre la ocupación de devasos o términos comunes del concejo
mirobrigense. Tal vez a Ciudad Rodrigo le interesó marcar sus límites
concejiles en un momento determinado y ello explicaría la “reinterpretación” de
la donación alfonsina al monasterio de Aguiar. A este respecto conviene señalar
que en 1453, fecha del documento en el que se inserta la copia de Ciudad
Rodrigo, los sexmeros de esta Tierra reabrieron ante el corregidor Suero del
Águila la cuestión referente a las usurpaciones de devasos en el Campo de
Valdeazaba. El concejo procedió al amojonamiento de varios de estos devasos,
práctica que se repitió en años posteriores ante la amenaza de las usurpaciones
de particulares. J. Mª MONSALVO ANTÓN, “La sociedad concejil de los siglos XIV
y XV. Caballeros y pecheros (en Salamanca y en Ciudad Rodrigo)”. Historia de
Salamanca, II, Edad Media. Salamanca 1997, pp. 417-419.
[9] P. CURADO sugiere, incluso,
la fecha de 1197. Citado por A. BARRIOS GARCÍA, “El proceso de ocupación y de
ordenación del espacio en la Raya leonesa”, Op. cit., pág. 174, nota 53.
En julio de 1219, desde Ciudad Rodrigo, Alfonso IX hizo entrega al maestre
García Sánchez y a todo el convento de Pereiro y Alcántara de la heredad de
Navasfrías, en el término de Sabugal, con una legua de territorio alrededor y
con todos sus derechos y pertenencias, para sustento de la casa de la milicia.
J. GONZÁLEZ, Alfonso IX, Vol II. Doc. 376 y B. PALACIOS MARTÍN et
alii, Colección diplomática medieval de la Orden de Alcántara, doc.
68. Dueños de dicha heredad, el maestre García Sánchez concedió en mayo de 1223
fuero a sus pobladores ( B. PALACIOS MARTÍN et alii, Op. cit.
doc. 82). Años más tarde, el 10 de octubre de 1226, el monarca procedió a la
delimitación de dicha aldea: “per rivulum qui dicitur Codesal, quosque
intrat in fluvio qui dicitur Algada”, cuya entrega cofirmaba a la Orden de
Alcántara (B. PALACIOS MARTÍN et alii, Op. cit., doc. 97. J.
GONZÁLEZ, Alfonso IX, II, doc. 494). Al año siguiente, el obispo Miguel y el
cabildo de Ciudad Rodrigo establecieron con el maestre y freires de Alcántara y
Pereiro un acuerdo sobre percepción de diezmos, y nombramiento de capellanes en
la iglesia de Navasfrías
y en las otras que la orden poseía en la diócesis. B. PALACIOS MARTÍN et
alii, Op. cit., doc. 98.
[10] “Facio
popualcionem meam de Vilar Mayor et do ei istos terminos, videlicet, per portum
de Valongo, de inde ad eccllesiam de Mazmela, indie quomodo vertunt aque ad
Alfayates, inde ad cabeçam de Anaziado, de inde ad atalayam de Martino
Rodericie, inde ad Battoucas quomodo vadit ad cabeçam de Cavalo, de inde
quomodo vertunt aque ad Fontes de Donouro, inde ad carrariam quo vadit ad Val
de Carros et intrat in Coa”. J. GONZÁLEZ, Alfonso IX, II, doc. 513.
[11]
A primeros de abril de
1226 se encontraba el monarca en Alfayates, quizás organizando el futuro
concejo. El día 4 donó al monasterio de Santa María de Aguiar tres yugadas en
Vilar Formoso J. GONZÁLEZ, Alfonso IX, II, doc. 492. En 1230 el concejo recibía
como vecino a Rodrigo y le concede una heredad; es el “domino terre”. C. AYALA
MARTÍNEZ, Libro de privilegios de la Orden de San Juan de Jerusalén en Castilla
y León (siglos XII al XV), doc. 253.
[12] J.
A. ANES DUARTE NOGUEIRA, “Los municipios medievais em Riba Cöa”. O Tratado
de Alcanices e a importancia histórica das terras de Riba Côa. Lisboa,
1998, pág. 201. LINDLEY CINTRA Op.
cit., XLIX-LXVI.
[13] J.
I. RUIZ DE LA PEÑA, “Los procesos tardíos de repoblación urbana en las tierras
del Norte del Duero”. Boletín de la Institución de Estudios Asturianos,
XXX (1976), nº 88-90, 762-3).
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