José I. Martín Benito
Fíbula visigoda. M.A.N. |
Con el título: “Caliabria
y Ciudad Rodrigo”, el P. Fidel Fita publicaba en 1913 en el Boletín de la
Real Academia de la Historia un pequeño artículo donde daba a conocer la
correspondencia enviada por el obispo civitatense Pedro Gómez de la Torre al P.
Enrique Flórez en 1755, para la preparación de su España Sagrada. En las
cartas el obispo daba cuenta, entre otros, de los privilegios de 1171 y 1191
conservados entonces en el Archivo de la catedral de Ciudad Rodrigo y donde se
hace mención de la donación real a la iglesia civitatense de la ciudad de
Calabria[1]. En
ese mismo Boletín, Fita publicaba otro artículo con el título “Caliabria
romana”[2], donde daba cuenta de
algunos epígrafes romanos, lo que indicaría la antigüedad de esta ciudad, para
la que se han señalado, como veremos más adelante, varios asentamientos y cuya
historia, al menos desde mediados del siglo XII, parece estar vinculada a la
erección de la diócesis de Ciudad Rodrigo.
Caliabria
La
sede episcopal de Caliabria debió ser fundada en época visigoda y vino a ocupar
un espacio entre las de Viseu, Egitania (Indanha) y Salamanca. Anteriormente
había sido parroquia del obispado de Viseu, como recoge el parroquial suevo,
redactado entre 572 y 589 y al que se añadió luego: quae apud Gotos postea
sedes fuit[3]. J. Vives sostiene
que fue fundada después de 621, mientras que Fita se decanta entre 603 y 610,
fechas del reinado de Witerico[4]. Se
tienen noticias de cuatro de sus obispos que asistieron a varios concilios de
Toledo y Mérida, entre 633 y 693[5] y que
en la ciudad se acuñó moneda en época de Witerico[6].
Referencias a la diócesis calabricense tenemos también en los códices
medievales de los siglos IX y X (nóminas cordobense y mozárabe), donde se
incluye en la provincia de Lusitania, sufragánea de la metrópoli emeritense[7]. La
División de Wamba, documento apócrifo de principios del siglo XII, señala el
nombre y los límites de las sedes episcopales. Entre ellas se cita Caliabria
teneat de Sorta usque Albennam. De Soto usque Faram[8].
Independientemente de la falsificación del documento –todo apunta a que fue
elaborado por el obispo de Oviedo don Pelayo, como ya apuntaron Flórez y
Risco-, interesa el texto por recoger la memoria del nombre de Caliabria, unas
décadas antes de la creación del obispado civitatense y del título que usó el
primer obispo de la nueva sede de Ciudad Rodrigo: Dominicus calabriensis[9].
También en la nómina leonesa, de 1058 –tres años antes de la cesión de los
derechos episcopales de Ciudad Rodrigo a la iglesia compostelana-, se incluye
Caliabria en Lusitania[10].
Señalización de las ruinas de Caliabria. |
Localización. En el
privilegio de donación que Fernando II de León hace a la iglesia de Santa María de
Ciudad Rodrigo por el que le entrega la Torre de Aguilar y Calabria, se dice
que esta última está entre los ríos Côa y Águeda[11]. Flórez, no obstante, ignora su
ubicación, “pues hoy no se conocen vestigios; y mientras no aparezcan,
ignoraremos el sitio individual”, escribe el agustino[12].
No se si Flórez debió conocer la obra de Juan Tamayo de Salazar, que sí sitúa
el emplazamiento de la ciudad. Salazar publicó en 1659 su Anamnesis, sive
conmmemoratio omnium Sanctorum Hispanorum, y allí dice refiriéndose a
Caliabria:
“Caliabria.
Civitas vetustísima, in Lusitania Hispaniae supra Dorium fluvium im vértice
montis excelsi sita, quam hodie Oppidani Calavre vocitant, in territorio
Almendra. Nunc
ejus ruinae visuntur et murorum strues, licet temporum anfractibus intercise
diruta, qua et in ejus terminis inscriptions sepulchrales, Romanis litteris
incisae, plurimae reperiuntur, urbis antiquitatem praeferunt et canitiem
manifestan”[13]
Así pues, la ciudad de Caliabria
se hallaría en la ribera del Duero, sobre un alto monte, en término de
Almendra, de donde procederían varias estelas romanas. Años antes a la
descripción de Tamayo de Salazar, también Sánchez Cabañas se refirió a su
emplazamiento:
“Dista
Calabria como ocho leguas de nuestra ciudad, en la ribera del Duero, y fue
destruida en la pérdida de España, viéndose hoy sus grandes ruinas en el sitio
llamado por la gente comarcana la Cabeza de Calabre, como una legua de
Villanueva del Coa, en Portugal, cerca de Portugal, cerca de donde entra este
rio en el Duero”[14].
Parece,
por tanto que desde el siglo XVII hay coincidencia en identificar las ruinas de
Caliabria con el monte que se yergue prominente en la margen izquierda del
Duero, en el término de Almendra. Así lo reconoció también la Academia de la
Historia en su Memorial histórico al referirse a la Villa de Almendra. “siete
leguas al Nordeste de la villa de Trancoso, dos al Noroeste de Castelo Rodrigo,
y una al Oriente del río Côa, se halla la villa de Almendra, que tomó el nombre
por la abundancia de este fruto que hay en su término, en el cual se reconocen
las ruinas de la antigua Caliábriga...”[15].
Del siglo XVII es también la obra de Rodrigo de Acunha, arzobispo de Braga, Historia
eclesiástica de Braga com as Vidas dos seus Arcebispos e Varoês santos e
eminentes do Arcebispados de Braga, donde se recoge las actas de la vida,
culto y milagros de San Apolinar que, según la leyenda fue obispo de Caliabria
y sufrió martirio en época de Trajano[16].
Hoy
parece pues admitido el emplazamiento de Caliabria en el término de Almendra a
orillas del Duero (foto 1). Así lo recoge Fortunato de Almeida en su História
da Igreja em Portugal:
“A
cidade de Calábria, ou Caliabria, na forma latina, existiu no cimo de um
monte íngreme e alcantilado, entre o rio Douro e a ribeira de Aguiar, que lhe
leva o tributo de suas águas. Viterbo descreve as suas ruínas já
no termo de Almendra, a uma legua de Castelo Melhor, entre leste e
nordeste”[17].
Monte Calabre (Almendra, Portugal). |
El cerro de
Caliabria
Todo
hace pensar, en efecto, que el emplazamiento de la antigua ciudad estuvo en las
cercanías de Almendra y Barca d´Alva, próxima al Duero, entre las riberas del
Côa y del Águeda. Muy cerca de la estación de ferrocarril de Almendra se
levanta un prominente cerro de pronunciadas pendientes que en la actualidad
está señalado como “ruinas de Calabria” y que visitamos en los últimos días del
verano de 2000[21]. El
terreno está destinado almendros y viñedo en la parte baja. El cerro está
cubierto por una vegetación de matorral, tomillo y retama y plagado también de
almendros en su parte alta. Hacia el norte le limita el Duero, después de haber
realizado una curva de ballesta por encima de la estación de Almendra.
En
la parte superior se levanta una muralla, ya muy arrasada, que se
adapta al terreno siguiendo un trazado irregular y calzando directamente en
varios puntos sobre la roca madre (pizarra), con bloques de diverso tamaño
(algunos superan el metro de longitud). La fábrica es de sillarejo de
pizarra; sólo muy ocasionalmente hay algún sillar de granito intercalado. La
parte del oriente y del mediodía es la zona donde mejor se conserva la cerca,
con una altura que llega en algún tramo a los dos metros. El espesor es cercano
a los cuatro metros en diversos puntos. Dentro del recinto aparecen salpicados
decenas de amontonamientos de piedra, que sugieren casas o construcciones
rectangulares. El espacio interior no es llano, con vaguada hacia el norte. Se
trata de un viejo castro sobre el Duero, de probable origen prerromano, como
sucede en otros castros de la región Águeda-Côa-Duero, que, con el transcurso
del tiempo se vio afectado por la romanización y por un poblamiento
altomedieval. Una reciente descripción del cerro es la de D. José da Cruz
Policarpo que, al ser nombrado obispo auxiliar del metropolitano de Lisboa en 1978,
recibió el título de “episcopum titulo Calabriensem”. Monseñor da Cruz visitó
el monte Calabre y ha dejado escrito:
“Encontrámos,
no alto do monte, hoje coberto de amendoeiras, uma espécie de planalto, em
forma de ligeiro vale, onde se situa uma fonte, sendo a área murada por uma
muralha, em pedra xistosa, ainda visible, em parte á superficie do terreno,
aquí e achola elevando-se ainda cerca de um metro. Tem a seus pés o rio Douro,
no ângulo que forma com a ribeira de Aguiar, seu afluente. Pedras dispersas,
explica-nos um pastor, sao o que resta da antiga igreja. Cantámos vésperas
sentados na muralha. Eis como, sem ter participado em nenhum dos Concilios de
Toledo ou Colorado na defesa da cidade contra os Sarracenos, me encontrei como
último bispo conhecido de Caliabria”[22].
Este artículo puede verse en la web del Centro de EstudiosMirobrigenses
[1] F. FITA
(1913): “Caliabria y Ciudad Rodrigo”. B.R.A.H,
LXII, pp. 264-270.
[2] F. FITA (1913): “Caliabria
romana”. B.R.A.H, LXII, pp. 173-183.
[3] Ver texto del parroquial suevo
en D. MANSILLA REOYO (1994): Geografía eclesiástica de España. Estudio
histórico-geográfico de las Diócesis. Tomo I, Roma, pp. 215-217.
[4] J. VIVES (1972): (voz Caliabria
o Calabriga): Diccionario de Historia eclesiástica de España.
Tomo I, pp. 318-319 y
F. FITA (1913): “Caliabria romana”. B.R.A.H, LXII, pág. 180.
[5] Estos
son Servus Dei (Servodeo), Celedonio, Aloario y Ervigio. E. FLÓREZ, España Sagrada, Tomo XIV,
pp. 36-4; D, MANSILLA, Op.cit., pág. 301. J. VIVES (1972): (voz Caliabria
o Calabriga): Diccionario de Historia eclesiástica de España.
Tomo I, pp. 318-319.
[6]Como
lo revela el hallazgo de un triente (moneda de oro) con la inscripción
VITITIRICVS REX en el anverso y CALIAPRIA PIVS en el reverso. F. FITA (1913):
“Caliabria romana”. B.R.A.H, LXII, pá. 180.
Ver también L. A. GARCÍA MORENO )1997): “Riba Côa en el
periodo visigótico”. En O Tratado de
Alcanices e a importancia histórica das terras de Riba Côa. Sociedade
científica da Universidade Católica portuguesa. Lisboa, pág. 119.
[7] D, MANSILLA, Op.cit., pp. 260-261 y
266-272.
[8] El
texto lo reproduce D. MANSILLA, Op. cit., pp. 252-256. Texto de
Caliabria en 254. También la Primera Crónica General de España, de
Alfonso X (edición de Menéndez Pidal, Madrid 1977), vierte al castellano el
texto: “Ell obispado de Caliabria tenga de Sorta fasta Albenan et del Soto
fasta Faram”. En Sorta confluían los obispados de Lamego, Viseo y
Caliabria; Caliabria limitaba con el de Salamanca en Albenan, p. 297 b.
[9] Sobre
la polémica historiográfica acerca de la División de Wamba, véase D. MANSILLA, Op.
cit. pp. 240-256.
[10] D. MANSILLA, Op.cit.,
pp. 263-264.
[11] E.
FLÓREZ (1758): España Sagrada, privilegios de Fernando II y confirmación
de Alfonso IX Tomo XIV, pp. 364-367.
[12] E.
FLÓREZ, Op. cit. pág. 38.
[13]J.
TAMAYO DE SALAZAR (1659): Anamnesis,
sive conmmemoratio omnium Sanctorum Hispanorum. Tomo VI, Pág. 359. Lyon (citado por F. Fita
(1913): “Caliabria romana”, Op. cit, pp. 175-176).
[14]
SÁNCHEZ CABAÑAS (1861): Historia de la m.n. y m.l. ciudad de Ciudad-Rodrigo.
Ciudad Rodrigo, pág. 19. Sigue aquí Cabañas a Fr. Bernardo Brito (1609): Monarquia
Lusitana, 2ª parte, lib. 5, cap. 24. Lisboa.
[15]
R.A.H. Memorial histórico, Tomo XXVII, pág. 329: Estado de Portugal
en 1800. Madrid, 1894. citado por F. FITA, Op. cit., pág. 177.
[16] R. DE ACUNHA, Op. cit., Braga 1636,
cap. VI, fol. 167; citado por F. FITA, Op. cit., pág. 176. Según el
arzobispo de Braga, el cuerpo de San Apolinar fue trasladado a Urros, al otro
lado del Duero, donde en época del arzobispo Acunha debía seguir siendo objeto
de culto. Urros está enfrente de Castelho Melhor, entre Peredo y Ligares.
[17] F. D
ALMEIDA (1967): História
da Igreja em Portugal. Barcelos. Nova ediçâo preparada e dirigida por Damiâo Peres. IV. Vols. Tomo I, pág. 63. La correspondencia Caliabria con
el cerro o Cabeza de Calabre parece hoy aceptado. En un estudio reciente sobre
la Salamanca tardoantigua y visigoda M. SALINAS afirma a propósito de los
límites de la diócesis de Salamanca: “... y por el oeste Lamego y Caliabria,
que es tal vez la actual Calabre al oeste de Barca d´Alba. Es posible que esta
última tuviese jurisdicción sobre lo que hoy es el occidente de la provincia”.
Véase: “Salamanca, tardoantigua y visigoda”. En Historia de Salamanca. I.
Prehistoria y Edad Antigua. Salamanca, pág. 411.
[18] Lo que defendió M. CORTÉS y
LÓPEZ en su Diccionario geográfico-histórico de la España antigua, Tomo
II 2, pág. 275, Madrid, 1836
[19] Caso
de J. De Alarçao y de A. Da Costa. Recoge las citas D. MANSILLA REOYO, Op.
cit. Pág. 300.
[20] Primera
Crónica General de España, de Alfonso X (edición de Menéndez Pidal, Madrid
1977), pp. 299 a.
[21]
Concretamente la tarde del 16 de septiembre, en viaje desde Ciudad Rodrigo. La
visita la realizamos junto a los canónigos de la catedral de Ciudad Rodrigo,
Nicolás Martín Matías y Ángel Olivera Miguel y los profesores Ángel Barrios
García, Mª Paz Salazar y Acha y Pilar
Huerga Criado, en el contexto de la preparación del Congreso de Historia de la
Diócesis de Ciudad Rodrigo.
[22] J.
DA CRUZ POLICARPO (1998) “A cidade romana e a diocese de Caliabria”. En O
Tratado de Alcanices e a importancia histórica das terras de Riba Côa.
Sociedade científica da Unviersidade Católica portuguesa. Lisboa, pág. 108.
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