miércoles, 29 de agosto de 2018

Villalpando en 1645

UNA VILLA EN DECLIVE

José Ignacio Martín Benito
Puerta de San Andrés (siglo XV) y laguna. Fotografía de la segunda mitad del siglo XX.

¿Cómo era Villalpando hace casi 400 años? La respuesta nos la da Rodrigo Méndez Silva, un historiador, genealogista y geógrafo portugués, que fue cronista real de Felipe IV y que hacia 1634 inició su gran obra: Población General de España. Sus trofeos, blasones, y conquistas heroycas, descripciones agradables, grandezas notables, excelencias gloriosas, y sucesos memorables, con muchas y curiosas noticias. El libro se imprimió en Madrid en casa de Diego Díaz de la Carrera en 1645 y tuvo varias reediciones, entre ellas la de 1675, añadida y enmendada por el autor y publicada en Madrid por Roque Rico de Miranda, a costa de Juan Martín Merinero, que es la que nosotros hemos manejado. Méndez Silva es autor también del Catálogo real y genealógico de España, publicado también en Madrid en 1656.

Del actual territorio del norte de Zamora, el portugués describe las villas de Villalpando, Villalobos, Castrotorafe y Benavente.

Rodrigo Méndez Silva.
En cuanto a Villalpando, el escritor señala su ubicación en relación la ciudad de Toro, de la que distaba cinco leguas. Méndez Silva se quedaba corto, pues i la legua tenía 5,5 km, el total no llegaba a 30 km, cuando en línea recta la distancia se acerca a los 38 km y por carretera hay que recorrer 50 km. El resto de información parece que se ajustaba más a la realidad. El portugués señalaba que Villalpando estaba en un “alegre llano” y que era "abundante de pan, vino, caza y ganados”.

Villalpando estaba totalmente cercada de murallas, en las que se abrían cuatro puertas, con su pozo de agua cada una. Cuando escribe, la villa parece que había iniciado cierto declive. Contaba entonces con 400 vecinos, unos 1.600 habitantes, aproximadamente. Pero unos cincuenta años antes, finales del siglo XVI, Villapando había tenido cerca de 2.000 vecinos y “mucho trato y comercio”. Aquellos tiempos estaban pasados, pues ahora (1645) el comercio se había trasladado a otra villa cercana: Medina de Rioseco.

Los 400 vecinos villalpandinos se repartían en diez parroquias. Había también en la villa tres conventos de frailes y uno de monjas. Contaba también Villalpando con seis ermitas y un “buen Hospital”.

Rodrigo Méndez Silva se fija también en la plaza mayor: “hermosa y quadrada”. La villa estaba gobernada por un corregidor –representante del Condestable de Castilla, señor del lugar- dos alcaldes ordinarios, cuatro regidores y dos procuradores. El Condestable tenía en la villa un “suntuoso palacio”, del que hoy sólo quedan sus ruinas a la izquierda de la carrtera a Villamayor.

Población General de España, 1645
Describe también Méndez Silva el escudo de la villa: “hace por armas un escudo un sol, junto con las del Condestable de Castilla, su dueño, quinze escaques, siete deveros açules y blancos, ocho dorados”.

Era también Villalpando cabeza de jurisdicción, que se extendía a ocho lugares o aldeas. Por último hace referencia a que la villa fue poblada por Fernando II de León hacia 1170.

Villa de Villalpando

Capitulo CIV (fol. 39 v)

Esta Villalpando cinco leguas de Toro, en alegre llano, abundante de pan, vino, caças y ganados, por grandes partes: es cerca de muros, quatro puertas, con su poço de agua cada una. En tiempo de nuestros abuelos fue lugar de dos mil vezinos, mucho trato y comercio, que se passó à Medina de Rioseco, al presente serán quatrocientos, divididos en diez parroquias, tres Conventos de Frayles, uno de Monjas, seis Hermitas, buen Hospital, hermosa plaça, quadrada, fuera de quatro menores. Goviernanla Corregidor, dos Alcaldes Ordinarios, quatro Regidores, dos Procuradores, alcançando jurisdiccion de ocho lugares. Haze por armas un escudo un sol, junto con las del Condestable de Castilla su dueño, quinze escaques, siete deveros açules y blancos, ocho dorados. Aquí tienen estos señores suntuoso Palacio, y cada fuerte guarnecida de artilleria. Poblola el dicho Rey don Fernando Segundo de Leon, corriendo años 1170.

Prueva de lo referido

Don Alonso el Sabio, part. 4, cap. 8. el Arçobispo Don Rodrigo, vida de Fernando Segundo. Garibay, lib. 12. cap. 14. Ariz historia de Avila, part. 3. fol. 9. Rades, Coronica de Santiago, fol. 3.

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viernes, 24 de agosto de 2018

La barca de Zamora sobre el Duero

UN VIAJE EN EL TIEMPO

José I. Martín Benito

Barca de Zamora, sobre el Duero. Tribuna de Zamora.
Fueron muchas las barcas que se fletaron para cruzar el río Duero a lo largo del tiempo. Vadear el río era necesario para las comunicaciones. Las barcas se fletaban en lugares o zonas donde no había puentes. Se trataba así de establecer un paso móvil, no exento de riesgo.

La ciudad de Zamora contó, sin embargo, con un puente de piedra desde la Edad Media. No obstante hubo barcas que surcaron el Duero, y no me refiero solo a las de los pescadores.De todas ellas, el recuerdo permanece en la ciudad en la barca que surca el río hacía las isla de los Tres Árboles, eso sí, más moderna y electrificada, pero barca al fin.

Recientemente el Ayuntamiento de Zamora ha puesto en marcha una barcaza que surca el Duero con fines meramente recreativos y de ocio. Una idea plausible, sin duda, que evoca las barcas de paso que hubo en los ríos zamoranos, sobre todo hasta mediados del siglo pasado. 

Barca surcando el Duero. ABC
La barca de paso de 1883 

En 1883 fue preciso construir y fletar una barca en Zamora sobre el río Duero mientras duraran las obras de reparación del puente[1]. Se pretendía así que personas, ganados y mercancías pudieran acceder a la ciudad por la parte sur. El embarcadero se situaba entre los arrabales de San Frontis y Olivares y la nave fue proyectada por el ingeniero Domingo Muguruza. Se trataba de una embarcación de gran tamaño, apta para pasar varios carros de bueyes, construida por el maestro carpintero Rafael Maestre, tal como informa detalladamente U. Álvarez Martínez, en la revista Zamora Ilustrada, que incluye además un grabado de la misma:

El tablero ó piso, que es horizontal mide una longitud de 10,60 metros y una latitud de 6 metros. La parte central, destinada á los carruajes, tiene una anchura de 3,20 metros; y á la altura de 0,15 hay, para la colocación de las personas, dos espaciosos andenes laterales, con sus correspondientes barandillas.

Esta gran plataforma descansa sobre dos barcos iguales, de sección trapezoidal, separados entre sí 1,50 metros, y perfectamente embreados y calafateados.

Con las dimensiones adoptadas tenemos entendido que podrán pasar, sin inconveniente de ningún género, cuatro carros de bueyes, de los usuales en el país, ó un carromato de los que más carga llevan, además de las personas que quepan en los andenes.

El movimiento se efectuará por medio de una maroma de 170 metros de longitud, que atravesará el río, y en ciertos casos también valiéndose de remos.

Para el acceso á la barca se han construido dos trozos de camino, y en la margen de Olivares un muelle-embarcadero de madera, que descansa en pilotes”
[2].

Barca sobre el Duero en Zamora, 1883.
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Barcas de paso del Tera
Puentes de barcas en España (1)
Puentes de barcas en España (2)


[1] Heraldo de Zamora, 9 de julio de 1883, pág. 1: “El dia diez y seis del actual se comenzará la colocación de dos tramos de madera encima de dos bóvedas que amenazan ruina en el puente de Zamora sobre el río Duero. Se adoptarán, por el personal de Obras públicas, las medidas oportunas, para permitir en algunas horas del dia el tránsito de carruages; pero siendo reducido el espacio en que se ha de trabajar, y pudiendo surgir dificultades por el estado en que se hallan los arcos, es probable que haya necesidad de suspender en absoluto la circulación, y entonces se verificará el paso por una barca que se ha construido”. También se hacía eco de la colocación de los tramos de madera sobre las bóvedas del puente y de la construcción de la barca el Boletín Oficial de la provincia de León, 11 de julio de 1883, pág. 2.

[2] Ibidem. 


LIBRO: Barcas de paso en el Reino de León

http://ledodelpozo.blogspot.com/2015/08/jose-ignacio-martin-benito-barcas-de.html


domingo, 19 de agosto de 2018

Comarcas de Salamanca hace 200 años: El Rebollar

"VIVEN MISERABLEMENTE, COMEN MAL Y VISTEN PEOR"


José Ignacio Martín Benito 


El Jálama desde Villasrrubias.
Los dos grandes diccionarios descriptivos de la España del siglo XIX son los de Sebastián Miñano y Bedoya (publicado entre 1826 y 1829) y el de Pascual Madoz (1845-1850). El de Miñano lleva por título: Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal dedicado al Rey nuestro señor. Los diez volúmenes de los que consta se imprimieron en el establecimiento madrileño de Pierart-Peralta. Un nuevo tomo a modo de suplemento fue impreso por Moreno. El Diccionario de Miñano es considerado como el precursor del de Pascual Madoz, publicado entre 1845-1850.

Miñano contó para su elaboración con muchos corresponsales, hombres cultos, que le dieron la información de los lugares que recoge en su obra. Sobre la comarca del Rebollar la información puede rastrearse en las respectivas voces de las localidades que componen este territorio, pero también en otras voces de carácter más general. Así, en la voz “LEÓN” (Tomo, 5 pág. 199), cuando se ocupa de los pueblos de la raya de Portugal, leemos:

“Sus habitantes se ocupan en la agricultura y la cria de ganado, y tambien en la venta de leña y maderas que sacan de los montes que pueblan esta comarca, sobre todo de los que estan en las inmediaciones de la frontera en los términos de Fuentes de Oñoro, Alamedilla, Casillas de Flores y Navas frias hasta Peñaparda, distante 2 leguas de la raya. Su estension es de cerca de 4 leguas con circunferencia proporcionada, que es lo que llaman El Rebollar, bosque fragoso y cruzado de veredas, que apenas conocen sino los contrabandistas y malhechores. Los moradores de estos pueblos viven miserablemente, comen mal y visten peor. Son robustos y ágiles, y sus costumbres, que debieran ser puras atendidas las circunstancias, han maleado con el trato frecuente de los contrabandistas que continuamente estan cruzando por todos sus caminos y veredas, y con la tentación de ganancias ilícitas que escita en ellos aquel mal ejemplo”. 

Contrabandistas españoles.
Los pueblos del Rebollar

La comarca -tal como hoy la conocemos y sin contar, por tanto, con la población de Casillas de Flores y de Fuente Guinaldo- contaba entonces con un total de 2.606 habitantes. De los cinco pueblos el mayor en habitantes era Robleda, que superaba los 1.200. El resto rondaban los 350. 

Navas Frías. La villa tenía 184 vecinos y 760 habitantes. Producía centeno, lino, bellota y patatas. Había 6 fábricas de sombreros ordinarios.

El Payo. Denominado en el Diccionario: Payo de Valencia de Flores. Tenía 89 vecinos y 353 habitantes. Disponía de un pósito. Producía centeno y ganados.

Peñaparda. Tenía 96 vecinos y 363 habitantes y un pósito. Sus productos se reducían a centeno y ganados.

Robleda. En aquel momento (1826-1829) esta localidad tenía 312 vecinos y un total de 1.230 habitantes. Producía granos, leña y ganados y tenía un pósito y una posada.

Villarubias. En el Diccionario "Villarrubias". Contaba con 84 vecinos y 348 habitantes. Todo rodeado de  monte de encinas, producía centeno y ganados.



Robleda
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martes, 14 de agosto de 2018

Aquitectura popular en Aliste (Zamora)

LOS CORRALES O "PARICIONES"


José Ignacio Martín Benito

Corrala en Abejera.
Introducción

En las comarcas de Aliste, Tábara y Alba, existe un tipo de arquitectura popular ligado a la economía y a la cultural pastoril. Se trata de unas construcciones destinadas a albergar el ganado. Las denominaciones con la que se conoce a esta arquitectura varía. En la cara sur de la Sierra de la Culebra, en la comarca de Aliste, se le conoce con el nombre de “Los Corrales o Pariciones”, como ocurre en Riofrío de Aliste. En la zona norte serrana, en la tierra de Tábara, se le conoce con el nombre de Corrales, como ocurre en Ferreras de Arriba. En la vertiente sur también se les llama “Corralas”.

Protección del ganado.

Este tipo de construcciones estaban destinadas a servir de aprisco o majada al ganado ovino o caprino. Ha habido momentos que también ha servido para el ganado vacuno. La denominación de “pariciones” alude también a la función de la construcción como el lugar donde se dejaba el ganado para el parto o donde eran recogidas con las pequeñas crías.

Datos documentales de estas “corrales de parición” tenemos, al menos, desde el siglo XVIII. En 1741, en la escritura de tasación y concordia entre los pueblos y vecinos de la Tierra de Tábara sobre el modo de pastar, se establecía que el ganado saliera a pastar durante el día por los términos comunes, mientras que por las noches se recogiera en sus términos y “corrales de parición”; al mismo tiempo se establecía que para amamantar el ganado debía también reducirse a sus términos y “corrales de parición” (Archivo Histórico Provincial de Zamora. Protocolos Notariales. Sig. 8904).

Parición. Exterior.
Los “Corrales o Pariciones” cumplían la función de proteger el rebaño durante la noche de los posibles ataques de los lobos, protegidos de los perros mastines, al tiempo que servía de refugio de las inclemencias meteorológicas. La construcción de estos corrales se ha prolongado hasta mediados del siglo XX y su uso hasta, al menos, hasta el último tercio de la pasada centuria.

Los corrales o pariciones se construyeron en terrenos comunales al pie de la Sierra de la Culebra, formando grupos o majadas. La planta suele ser circular u ovalada, aunque también hay formas cuadradas.

Pilar de parición.
El estado de conservación de la mayor parte de estos “corrales” es diverso, aunque el abandono de la actividad pastoril en las proporciones que tuvo a mediados del siglo XX y, sobre todo, la construcción de naves modernas más amplias, han desplazado el uso de los mismos, lo que  ha llevado a muchos de ellos a un estado de abandono e, incluso, de ruina. No obstante, hay algunos que se mantienen en un estado aceptable, mientras que otros han sido reconstruidos. El propio ayuntamiento de Riofrío de Aliste ha restaurado un corral en la Majada de Tozalfreno. Los pastores consideran que la sustitución de la capa vegetal debería tener lugar cada 10 años, aunque en cada otoño es preciso añadir nuevas ramas de brezo. Sobre el estado de conservación, valga como ejemplo, a modo indicativo, la situación que presentan los Corrales de Riofrío de Aliste. De un recuento total de 172 construcciones (64 en Abejera; 19 en Cabañas de Aliste; 42 en Riofrío de Aliste y 66 en Sarracín de Aliste), 123 se encuentran en total deterioro; 19 en una situación con posibilidades de restauración y 15 en un estado aceptable.

En el término municipal de Riofrío de Aliste las majadas de corrales se encuentran desperdigadas por diferentes pagos de las entidades locales menores de Abejera de Tábara, Cabañas de Aliste, Sarracín de Aliste y la propia Riofrío. En el término de Abejera se encuentra uno de los conjuntos más interesantes en las cercanías de la carretera de Tábara.

Interior de una corrala o parición (Abejera).

(Este texto lo redacté en un octubre de 2010 para una Proposición no de Ley, presentada en las Cortes de Castilla y León y que se debatió el lunes 28 de febrero de 2011) .

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jueves, 9 de agosto de 2018

Un asturiano por los Valles de Benavente

EL VIAJE DE JOVELLANOS EN 1791

Jovellanos, por Goya.
José Ignacio Martín Benito

El asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos (Gijón 1744, Vega 1811) fue una de las figuras de la Ilustración española. Literato, político, economista, ocupó altos cargos en la administración del país. Fue alcalde del crimen (1767), oidor de la Audiencia de Sevilla en 1774 y alcalde de corte en Madrid en 1778. Miembro de las Reales Academias de la Historia y de Bellas Artes de San Fernando, dejó escritos varios tratados e informes sobre agricultura, enseñanza... Ocupó también la cartera de Gracia y Justicia con Godoy en 1797. Entre su vasta obra está su Diario, donde deja constancia de sus viajes por el país. 

En 1791 Jovellanos viajó en coche por la vía de la Plata, desde Salamanca a Zamora, Benavente y Asturias[1]. Entre Cubillos y Piedrahita de Castro observa mucha tierra sin poblar y sin cultivar. Se queja de la hospitalidad que le dieron en Moreruela, un frío recibimiento, sin que pudiera ver la iglesia ni el archivo. El Esla lo cruzó en barca, posiblemente en Barcial para dejar Benavente a la izquierda y dirigirse hacia San Cristóbal de Entreviñas y, desde aquí, a Villaquejida, donde hubo de albergarse en un “trístísmo mesón”. Jovellanos se queja igualmente de la posada de Villamañán, que encontró “sucia, fría e incómoda”, añadiendo “Dios nos saque en paz de ella”.

Posada en el siglo XVIII.
Diario 

“Día 16 [noviembre]. Tierna despedida de los amigos de Salamanca; mañana fría, sin ser mala; a Cubillas [Cubillos] una legua; de aquí a Piedrafita dos, y mucha tierra despoblada y sin cultivo; a Priego [Riego del Camino] otras dos; a Moreruela una. Aquí tuvimos un recibo tan frío como el tiempo; andaban los frailes a magostar en las recreaciones de anteadviento; malo el abad Fr. N. Canaval. Comimos, y sin ver la iglesia ni el archivo, partimos con tarde mala y lluviosa a dormir a Santovenia, donde estamos en casa del párroco D. Diego Aparicio, hombre fino, joven y al parecer instruído, primo de los Altamiranos, de quien traje carta.

Día 17. Noche cruelísima; salimos con una mañana igual; a Villaveza una legua, y otra a la barca; todo el camino lleno de charcos e inundado; pasé la barca en coche bien y luego, y dejando Benavente sobre la izquierda, seguimos por la orilla del río hasta San Cristóbal, dos leguas y media; de allí a Villaquejida, una y media: dicen que ésta es la patria de Santo Toribio Alonso Mogrovejo, que aunque de padres avencidados en Mayorga, nació aquí de paso. Tristísima patria escogió el santo bendito, y tristísimo mesón nos albergó a nosotros, careciendo de todo, hasta de asistencia y abrigo. Salimos a las tres hasta Toral de la Vega, legua y media; este camino y todo el de la mañana inundado desde la barca acá; cerca de Toral muchos barros; dejamos a Toral cerca de noche creyendo hallar a Villamañán en una legua de distancia, y está a dos; pasamos por San Millán ya de noche; a una legua sobre la derecha queda Valencia de don Juan donde hay otra barca sobre el Ezla. En Toral hay un palaciote con sus torreones que es del señor, y está mal conservado. Llegamos a Villamañán a las siete de la noche, habiendo andado hora y media en tinieblas, y más por agua que por tierra. Aún peor que esto es la posada, sucia, fría e incómoda. Dios nos saque en paz de ella; dicen que la noche está serena y acaso va a cambiar el tiempo con el menguante de la luna de mañana. Quiéralo Dios, y a toser y a dormir.” 

Monasterio de Moreruela.
 Luego sigue el trayecto de León a Gijón.

Día 26. Salida a León a las ocho y media de la mañana en el coche de San Marcos... 

[1] Obras de Gaspar Melchor de Jovellanos, Biblioteca de Autores Españoles, Tomo III, nº 85. Diarios. Diario Segundo, 1791. Madrid, 1956.

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sábado, 4 de agosto de 2018

Sanabria hace 200 años

DESCRIPCIÓN DE LA COMARCA SANABRESA A COMIENZOS DEL SIGLO XIX


La Puebla de Sanabria.
Entre 1826 y 1829 Sebastián Miñano y Bedoya publicó su Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal dedicado al Rey nuestro señor, una obra de diez volúmenes. Gracias a esta obra, el autor natural de Becerril de Campos (1779-1840) ingresó en la Academia de la Historia. Para la confección de su obra se valió, sobre todo, de la información que le suministraron los curas párrocos: “á cada uno de los cuales he escrito separadamente, pidiéndoles nociones ciertas y positivas de sus respectivos pueblos y de los inmediatos”. El Diccionario de Miñano es considerado como el precursor del de Pascual Madoz, publicado entre 1845-1850.

En el diccionario de Miñano se incluyen todas las poblaciones de Sanabria. Una descripción más detallada se la dedica a La Puebla de Sanabria y, también, a la comarca sanabresa. En aquel momento –tercera década del siglo XIX- la comarca estaba compuesta por 91 pueblos y se integraba en la provincia de Valladolid, que llegaba hasta La Gudiña y La Mezquita.

Se refiere al clima –frío- y al aire puro y respirable –como una ventaja que disfrutan los vecinos-, a la variedad de plantas e hierbas y a la abundancia de fuentes y aguas.

La villa principal era La Puebla de Sanabria, cabeza de partido, y rodeada de una muralla antigua. Destaca el castillo, ocupado por los portugueses desde 1710 a 1715. La villa entonces tenía un gobernador militar. Los principales edificios eran el convento de franciscanos, la casa consistorial, el hospital. un cuartel de infantería y un pequeño almacén de pólvora.
Sebastián Miñano y Bedoya.

Había dos puentes de piedra: uno de cinco arcos para salvar el río Tera y otro sobre el río Castrón.

Los pueblos más adaptados para el cultivo eran los de REquejo, Riego, Castro, Galende, Pedrazales, Trefacio, Cervantes, Castelllanos, Otero, Remesal, Palacios y Asturianos. Los cultivos principales eran el centeno y el lino; se recogían también nabos y patatas inglesas, castañas, nueces, avellanas, bellotas, camuesas y algunas legumbres y hortalizas.

El principal comercio era el de la venta de ganado y la fabricación de las telas de lienzo, que se vendían principalmente en la Feria de La Puebla, que se celebraba el primer sábado de cada mes.

Miñano termina la entrada con una descripción del valle de Lubián.

DESCRIPCIÓN

SANABRIA, Partido de España, prov. de Valladolid, comprende 91 pueblos, cuyos vecindarios se hallarán en sus respectivos artículos. Se estiende hácia el O. sobre la sierra Segundera y parte de la sierra Negra al E. Confina con el de Mombuey al S.; con el de Alcañices y frontera de Portugal; y al O. con el reino de Galicia, en lo alto de la Portilla de Canda. Comprende este partido el terreno mas elevado que hay en toda la estension de la frontera, pues en su término se halla la muy elevada sierra Segundera, parte de la Sierra Negra y de la Culebra, el cerro de la Atalaya, Gamoneda y Masabon, con otras montañas menos que todas ellas dejan entre sí valles y vegas cruzadas de rios, arroyos y torrentes, de cuyo total enlace daremos una individual noticia. 

Panorámica de La Puebla de Sanabria
El clima, por la mucha elevación de terreno, es constantemente frio respecto de otros terrenos de Castilla la vieja, y por consiguiente los habitantes gozan todos los beneficios que disfrutan los de los demas paises elevados y de montañas que son, un aire puro y respirable, abundacia de fuentes de esquisitas y abundantes aguas; y la variedad prodigiosa de plantas y yerbas, que con la desigualdad de terreno representa un aspecto delicioso y ameno en toda la estacion de verano. Próximamente en el centro del partido, y en donde concurren los rios Tera y Castro, y otros arroyos con varios caminos y veredas, se halla la Puebla que es la villa principal del partido, distante 20 ½ leg., según la ruta por Carbajales, de Zamora. Esta fabricada sobre un terreno fragoso de piedra pizarreña de 67 varas de elevación al conjunto del rio Tera y Castro; al O. del primero, y al S. del segundo. Es cab. del part. que consta de 83 pueb. La villa está cercada con una muralla antigua, cuya conservacion está al cargo de los pueblos del partido y el arrabal como el pequeño cuadrado fortificado que le domina es de construcción moderna, de piedra y barro; pero el castillo antiguo que se halla en lo mas alto de la villa es de sólida construccion, de piedra de silleria; este castillo fue tomado por los portugueses en el año 1710 y restituido en 1715. 
 
Río Tera y Castillo de la Puebla de Sanabria.
La población consta de un gobernador militar y estado mayor con una compañía de inválidos útiles, de un alcalde mayor y ayuntamiento, una administracion general de tabaco y sal, caja de correos, etc.; sus edificios principales son un convento de religiosos franciscanos, estramuros, una casa consistorial, un hospital, y cuartel de infanteria para un batalla, y en la tenaza un pequeño almacen de pólvora. Sobre el rio Tera hay un puente de cinco arcos, de sillería, y otro sobre el río Castro; toda la cercanía de la Puebla, como á 3 leguas de distancia á E. y 2 á O.; esto es, todo el terreno que se halla rodeado por elevadas sierras puede considerar como un solo valle dividido por muchas vegas y pequeñas cuestas, cruzadas por un crecido número de arroyos y torrentes, en un terreno cultivado de buenos prados, tierras labradas, con árboles frutales y pequeños bosques de robles, en cuya estension estan repartidos los pueblos y tierras de mayor cultivo, que son los alrededores de los pueblos Requejo, Riego, Castro, Galende, Pedrazales, Trefacio, Cervantes, Castillanos, Otero, Remesal, Palacios y Asturianos; todos estos pueblos tienen próximamente igual clima; semejantes producciones de sus tierras y los habitantes conservan el mismo modo de cultivarlas y en resumen, su industria, tráfico y vida doméstica no se diferencia en nada de unos á otros.

Cada año tienen una regular cosecha e centeno, mucho lino, yerba y heno, con lo que mantienen un crecido numero de ganado de todo género, ademas no dejan de recoger igualmente nabos y patatas inglesas, abundancia de castañas, nueces, avellanas y bellotas, ricas camuesas y algunas legumbres y hortaliza. Su tráfico consiste en la venta de ganado, particularmente vacuno, y telas de lienzo que ellos mismos fabrican y pasan á vender a la féria que se celebra en la Puebla el primer sábado de cada mes.
Lubián.
A lo mas occidental de este partido se halla el valle de Lubian entre la portilla de Padornelo y la Canda, formado por las aguas y arroyos que dan principio al rio Tuela como se ha dicho en la descripcion de este rio; es un terreno de excelente pasto, y los habitantes recogen mucho heno para la manutención de sus ganados de toda especie; el valle es muy estrecho, y sus dos laderas muy pendientes interrumpidas de muchos arroyos y torrentes de peñas pizarreñas, y lo demas del terreno es gredoso, arenisco, compacto y frio, por cuya razon crecen en toda su estension muy buenos y sólidos robles, y lo mas elevado de sus faldas monte espeso de brezo y carrascal.