Puente de La Vizana. |
José I. Martín Benito
La vía debía seguir el valle del Órbigo, por Manganeses de la Polvorosa, Morales del Rey, Coomonte, Alija, Villanueva de Jamuz y La Bañeza. En el siglo XVIII el camino de Benavente iba a Villabrázaro, Paladinos, Maire, La Vizana, cercanías de Alija, Navianos, San Juan y La Bañeza y, desde aquí, a Astorga. El Órbigo se cruzaba en La Vizana, o por el puente o en barca, cuando aquel estaba inservible. Aquí, por un puente de madera, cruzó el río Bernardo de Aldrete en 1612, no sin cierta temeridad.
La vía debía seguir el valle del Órbigo, por Manganeses de la Polvorosa, Morales del Rey, Coomonte, Alija, Villanueva de Jamuz y La Bañeza. En el siglo XVIII el camino de Benavente iba a Villabrázaro, Paladinos, Maire, La Vizana, cercanías de Alija, Navianos, San Juan y La Bañeza y, desde aquí, a Astorga. El Órbigo se cruzaba en La Vizana, o por el puente o en barca, cuando aquel estaba inservible. Aquí, por un puente de madera, cruzó el río Bernardo de Aldrete en 1612, no sin cierta temeridad.
Era esta una de las principales comunicaciones con Galicia. A
finales del siglo XV Jeronimus
Münzer empleó diez jornadas desde Santiago a Benavente, por un camino “fragoso
y pésimo”. Salió de Santiago el 21 de diciembre y después de pasar por
Ferreiros, Mellid, Segonde, Puerto Marín, Sarria, El Cebrero, Villafranca,
Rabanal y Val de San Lorenzo, llegó el penúltimo día del año de 1494 a
Benavente. Münzer hizo el recorrido empleando jornadas de ocho y nueve leguas,
salvo la última etapa entre Val de San Lorenzo y Benavente, donde recorrió diez
leguas, pero eso sí, “madrugando antes del alba, y caminando a buen paso” [1].
Peregrino. Grabado siglo XVI. |
La misma ruta
siguieron pocos años después Antonio de Lalaing, señor de Montigny, Carlos de
Lannoy, señor de Saintzelles y Antonio de Quiévranis, señor de Monceaux, a la
vuelta de Compostela, invirtiendo nueve jornadas entre Santiago y Benavente, a
donde llegaron el miércoles 16 de marzo de 1502, con el siguiente itinerario: Ferreyros
(5 leguas), Mellid (5), Guntin (5), Puerto Marín (4), Sarria,
Triacastela (4), Santa María de Severe (7), La Vega (4), Villafranca
(3), Ponferrada (5), La Sierra (3), Rabanal (4), Astorga (5), Toral
(5) y Benavente (5)[2]. La
distancia recorrida en cada jornada oscilaba entre ocho y diez leguas,
aproximadamente, aunque también se hicieran jornadas más cortas, como las dos
últimas, de cinco leguas o, incluso de 11 leguas (entre Sarria y Santa María).
A las propias dificultades orográficas se unían también las consecuencias de la
climatología.
Hospital de peregrinos, Benavente. |
Más o menos, el trazado coincidía con la Cañada de la Vizana, una de las vías pecuarias que unían las tierras occidentales leonesas con las de la Baja Extremadura. Muy posiblemente la ruta estaba ya configurada antes de la repoblación que Fernando II
llevó a cabo en Benavente en la segunda mitad del siglo XII. Los
viajeros y peregrinos cruzarían el Esla por el puente que hizo Pedro de
Deustamben en El Priorato en el reinado de Fernando I. Este
puente, situado entre Villaveza y Milles de la Polvorosa, abría la ruta
hacia Arcos, Santa Colomba, Santa Cristina y Manganeses de la Polvorosa,
para tomar ya el valle del Órbigo en dirección a la antigua ciudad de
Astorga[3]. La construcción del puente de Castrogonzalo,
posiblemente antes de finalizar el siglo XII, permitió a los viajeros
cruzar el Esla más arriba y llegar a Benavente, sin necesidad de cruzar
el Órbigo.
[1] J. GARCÍA MERCADAL, Viajes
de extranjeros por España y Portugal. Salamanca 1999, Vol. I, pág. 362-364.
[3] Sobre ello, R. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, “Repoblación y reorganización
de la red viaria. El puente de Deustambem (siglos XII-XIV)”. Brigecio, 6. Salamanca 1996, pp.
153-178.