José I. Martín Benito
Castillo de Castrotorafe. |
Castrotorafe es un despoblado que se encuentra a orillas del río Esla, en el término municipal de San Cebrián de Castro (Zamora), en las inmediaciones de la antigua carretera nacional 630 de Zamora a Benavente. Se accede a él por una pista de tierra que arranca perpendicular a la citada carretera, a unos 2 km. al sur de Fontanillas de Castro y que conduce a una de sus antiguas puertas. El sistema defensivo aprovechaba una amplia meseta con brusca caída hacia el río y delimitada por dos pequeños barrancos que desaguan en éste.
Actualmente conserva buena parte de sus
lienzos de muralla, construídos con mampostería pizarrosa y mortero, pero en
muy mal estado de conservación. Asimismo guarda en su interior un castillo,
constituido por dos recintos en forma de trapecio irregular.
Murallas. |
Todo
el conjunto –cerca amurallada y castillo- fue declarado Monumento Nacional el 3
de junio de 1931. El castillo, además, goza de la protección oficial conforme
al Decreto de 1949, sancionado por la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico
Español. En la actualidad ambos inmuebles figuran en
el inventario de la Junta de Castilla y León como Bien de Interés Cultural (BIC), en
la categoría de "Zona Arqueológica" y "Castillos",
respectivamente.
La primera mención en las fuentes documentales
conocidas parece ser del año 1038, cuando se cita el territorio de “ad Torabe” o
“Adtorabe”, próximo al monasterio de Moreruela, en una donación de la condesa
Sancha, hija de los condes Munio Fernández y Elvira.
Castrotorafe recibió el
fuero de Zamora por Alfonso VII, en 1129, en el contexto repoblador del reino
de León, asignándole un primer alfoz. Su hijo, Fernando II repobló la villa,
tal como recogen la Crónica de Rodrigo Jiménez de Rada: "este rey don
Fernando pobló ... Castrotorafe en el obispado de Zamora". En febrero de
1176, el rey leonés entregó Castrotorafe al maestre de Santiago y a los freires
de dicha Orden: "villam
dictam Castro Toraf per terminus novissimos et antiquos"; dos
años después, en 1178, el maestre Pedro Fernández, le concedió un nuevo fuero,
que fue confirmado por el propio Fernando II.
Es en esta
época cuando debió construirse un primer recinto amurallado y, quizás,
levantarse un puente sobre el Esla. La defensa del puente y la guarda de su
castillo aumentaron la notoriedad de Castrotorafe a principios del siglo XIII.
La villa fue objeto de sucesivas disputas entre Orden de Santiago, el obispado
de Zamora, el Papa y las hijas del Alfonso IX, Sancha y Dulce.
Castillo |
En 1202 Alfonso IX
concedió a la catedral de Zamora el diezmo integro del portazgo de Castrotorafe
para la reedificación del claustro de San Salvador y el de San Miguel, impuesto
que estaría estrechamente vinculado, como ocurre en otros lugares, con la
gestión y el control del puente. El arqueólogo granadino Manuel Gómez Moreno sitúa
la construcción del puente a finales del siglo XII, señalando que constaba de
doce o más arcos "ya hundidos, sobre pilas de corte poligonal contra la
corriente y espolones a la parte contraria, con bien torpe criterio. Sus
cimientos perseveran dentro del río, y otras cuatro pilas, hechas de sillería
gruesa, surgen sobre peñas en la margen contraria". En el siglo XV estaba ya destruido,
según información recogida por la visita a la Encomienda santiaguista
en 1494: “Visytamos
una puente que está baxo de la fortaleza en dicho Ryo, la cual está cayda, los
arcos de ella, salvo tres que están sanos, y todos los pilares de los otros
paresçen ençima del agua grand parte; fuemos ynformados que no saben sy se cayó
o sy la derrocaron porque no ay memorya de onbres que dello se acuerden".
Paramento interno de la muralla. |
En el siglo XIV, Castrotorafe fue señorío de Juan de
Alburquerque; posteriormente, el rey don Pedro entregó la villa a Men Rodríguez
de Sanabria. Enrique II ordenó destruir su castillo. En la centuria siguiente,
durante la guerra de sucesión castellana, el ejército portugués le puso cerco.
De nuevo pasó a pertenecer a la Orden de Santiago, cuyo comendador, Alfonso de
Palencia, hizo obras de reparación. El proceso de despoblamiento de la villa
comenzó a partir del siglo XVIII.
Arruinado el puente, el único medio de
cruzar el Esla fue mediante una barca. En la visita que, por provisión real,
hicieron en 1528 Diego Ribera, comendador de Cieza y Pedro Gil, cura de Guaza a
las encomiendas santiaguistas, en la relación de rentas que el Comendador de la
orden tenía en la villa de Castrotorafe se anota: “Tiene más el dicho Comendador, en la Barca, nueve mil e quinientos maravedís”;
esta se sacaba en arriendo.
Tronera. |
Esta misma visita
nos revela la existencia de una ermita dedicada a Santa Marina situada en las
inmediaciones del río Esla, con lo que los paralelismos con respecto al puente
de Castrogonzalo son más que evidentes: “Visitación
de la hermita de Santa Marina çerca de la villa de Castrotorafe [...] Los
dichos visitadores mandamos a Pedro de Constante, cura de Castro Torafe, que
pues lleva la renta de la dicha hermita, que haga hazer dos esquinas de la
dicha hermita, que están caydas hazia la parte del río, las quales haga de cal
y canto, conforme a la pared que está echa". La ruina del
puente mermó, sin duda, la prosperidad de la villa. De hecho, a partir del
siglo XVI las referencias a esta villa escasean en las colecciones diplomáticas.
En 1751 era
ya despoblado. En las Respuestas Generales del Catastro de la Ensenada, de
1751, se señala que solo habitaba una persona, el ermitaño o santero que
cuidaba de la iglesia. Las Respuestas indican que "en
este despoblado se actúa y se opera según lo que coge de territorio su cercado,
que lo está todo del derredor de piedra amurallado, con sus cubos, y tiene
cuatro puertas arqueadas por donde se entre en él, cada una con su nombre, y
tiene de Levante a Poniente cuatrocientos pasos, y de Norte a Sur cuatrocientos
y diez, de circunferencia medio cuarto de legua". El castillo se describía así: “Hay un castillo, con su vivienda alta y baja, que está
inhabitable. Tiene su atalaya y barbacana, y es propia de los poseedores de la
Encomienda de Castro, que hoy lo es el Marqués de Galiano [se refiere a Juan
Pablo Galiano y Chinarca, I Marqués de Galiano desde 1746], Caballero del
hábito de Santiago, Intendente del Real Sitio de San Ildefonso, y se dice que
antiguamente residían en él ocho comendadores, y como hoy no lo ejecutan, está
dicha castillo destruido y arruinado por abandono".
En la actualidad, la titularidad del conjunto de las ruinas del castillo, muralla y ermita corresponde a la Diputación Provincial de Zamora, en virtud de cesión gratuita del Estado, otorgada en escritura pública de fecha 5 de noviembre de 1976, con el fin de atender a su conservación. En 2008 la Asociación Hispania Nostra incluyó Castrotorafe dentro de la Lista Roja del Patrimonio.
Cubo de la muralla del castillo. |
En la actualidad, la titularidad del conjunto de las ruinas del castillo, muralla y ermita corresponde a la Diputación Provincial de Zamora, en virtud de cesión gratuita del Estado, otorgada en escritura pública de fecha 5 de noviembre de 1976, con el fin de atender a su conservación. En 2008 la Asociación Hispania Nostra incluyó Castrotorafe dentro de la Lista Roja del Patrimonio.