lunes, 22 de enero de 2018

Toros enmaromados

UN REPERTORIO ICONOGRÁFICO

José I. Martín Benito


Martirio de San Saturnino.
Entre los diversos lances y fiestas relacionadas con el toro, está la de correr un astado atado a una maroma. La modalidad se conoce con el nombre de "toros de cuerda", "toros ensogados", "enmaromados"... y es el fruto de una tradición que se ha mantenido en diversas poblaciones de la península Ibérica, entre otros en Benavente, Teruel, Cuenca, Grazalema (Cádiz), Onteniente (Valencia), La Puebla de Montalbán y Yuncos (Toledo), Azpeitia (Guipuzcoa), Beas de Segura (Jaén), Lodosa (Navarra)...

En origen, el atar a un animal buscaba el poder llevarlo y trasladarlo de un lugar a otro, lo que no siempre ha sido fácil, dado el ímpetu o la casta del animal, ya sea un toro o un caballo. Se ha supuesto que el origen de la tradición de los toros de cuerda en España está ligada al traslado del animal de los montes, pastizales o dehesas a las poblaciones. Sea como fuere, lo cierto es que la práctica de ensogar un toro es muy antigua, como veremos con algunos ejemplos e imágenes que insertamos en este post. Ejemplos de toros ensogados tenemos en el antiguo Egipto, la civilización cretense, Grecia... Y en efecto, unas veces - las más- se hizo como traslado del animal, pero hubo otras en las que ensogar un toro perseguía otros fines más dramáticos, como veremos.

Templo de Sethy I (Ábidos, Imperio Nuevo egipcio, II milenio a. C.)


Este templo es el mayor de los construidos en Abidos. Fue erigido por Sethy I (1294 a 1279 a. C.) en honor a Osiris. Entre los muchos relieves que guardan sus paredes está esta en la que Ramsés II y el joven príncipe Amonherjepeshef enlazan un toro.
Enlace de un toro. Templo de Sethy (Ábidos, Egipto).

Vaso minoico de oro (II milenio a. C., Creta)

El toro está muy presente en las civilizaciones mediterráneas antiguas. La cultura cretense es un ejemplo. Recordemos la leyenda del Minotauro en Creta. Esta civilización nos ha deparado una interesantísima orfebrería, entre la que destaca, sin duda, la conocida como "máscara de Agamenón". Pero también, nos ha dejado una serie de vasos de oro. En uno de ellos se representa en relieve repujado esta escena, en la que un hombre trata de sujetar a un toro con una maroma, cuando este ha embestido a otro hombre que se encuentra en el suelo.
Vaso de oro micénico.


Toro Farnesio (130 a. C, Rodas, Grecia)

En el Museo de Napóles se encuentra esta obra griega de época helenística, de la escuela de Rodas. De composición piramidal, reproduce el tema del suplicio de la hechicera Dirce, por los hijos de Antíope (Anfión y Zeto). Estos, deseando vengar a su madre, ataron a Dirce a un toro que la arrastró hasta matarla.
Toro Farnesio. Museo de Nápoles.

Castigo de Dirce (S. I. d. C.)

El mismo tema lo encontramos en uno de los frescos de la Casa de los Vetti, en Pompeya, la ciudad sepultada por las cenizas del Vesubio en el 79 d. C.
Castigo de Dirce (Casa de los Vetti, Pompeya).
Mosaico romano (s. I. d. C. Museo de Trípoli, Libia)

La caza y lucha de fieras fue común en los espectáculos de los anfiteatros romanos. Aquí reproducimos una escena que refleja la lucha entre un toro y un oso. Obsérvese como el oso está encadenado y el toro atado por un soga. El mosaico procede de la villa romana de Zliten (Dar Buc Ammera), (Tripolitania, Libia).
Mosaico de la villa romana de Zliten (Libia).
Martirio de San Saturnino (miniatura del siglo XV)

Atar un condenado a un toro para que este le arrastre y le ocasione la muerte, debió ser un castigo propio de los tiempos antiguos. Sant Sernin (Saturnino), primer obispo de Toulouse (Tolosa), fue martirizado mediante este procedimiento en el 257 d. C. tras la predicación del cristianismo en Aquitania (Galia), durante el consulado de Gracio y Decio. La imagen que incluimos es una miniatura del Misal de Juan de Foix, obispo de Comminges (1466-1501), cuyo original se encuentra en la Biblioteca Nationale de France de Paris (misal latino 16827, f. 223r.).

Martirio de Sant Sernin. BNF, Paris.
Basílica de Saint Sernin (Toulouse, Francia).

En la basílica de Saint Sernin, en Toulouse, encontramos variada iconografía sobre el martirio del santo. Entre ella, esta que os dejo aquí:

Martirio de San Saturnino (Toulouse).


El gayumbo, de Goya (1793)

Sabida es la afición que Francisco de Goya tuvo por la tauromaquía. Este cuadro, conocido como El gayumbo o El toro enmaromado, y que se encuentra en una colección particular de Suiza, fue pintado en 1793. Reproduce una escena que debía ser común en las fiestas populares de la España del siglo XVIII. La escena transcurre a las afueras de una ciudad, que bien podría ser Sevilla, por la semejanza de uno de los edificios a la Torre del Oro. En un primer plano vemos un grupo de hombres que tratan de dominar un toro enmaromado, ante el acoso de unos perros, tal vez para conducirlo a la ciudad. La cucaña en un segundo plano, y las talanqueras, nos indica que estamos ante un escenario festivo.

El gayumbo, de Francisco de Goya.

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