José Ignacio Martín Benito
La Puebla de Sanabria. |
En el camino del centro peninsular hacia Galicia, la villa fue y es un enclave en el Camino de Santiago, antes de pasar las montañas del Padornelo y La Canda.
Para su defensa, La Puebla de Sanabria contó dos dos cercas o líneas de murallas, que rodeaban el el cerro donde se asentó la población. Es probable que su origen se remonte a la alta Edad Media, aunque fue en 1220 cuando La Puebla adquiera un mayor protagonismo, sobre todo a raíz del fuero fuero por Alfonso IX de León. El castillo es obra de finales del siglo XV, levantado por mandato de Rodrigo Pimentel, conde de Benavente y señor de la villa.
Para su defensa, La Puebla de Sanabria contó dos dos cercas o líneas de murallas, que rodeaban el el cerro donde se asentó la población. Es probable que su origen se remonte a la alta Edad Media, aunque fue en 1220 cuando La Puebla adquiera un mayor protagonismo, sobre todo a raíz del fuero fuero por Alfonso IX de León. El castillo es obra de finales del siglo XV, levantado por mandato de Rodrigo Pimentel, conde de Benavente y señor de la villa.
En la Edad Moderna, siglos XVII y XVIII, las defensas se reforzaron, sobre todo en la zona norte, con un sistema abaluartado propio de la época, en el que trabajaron los mejores ingenieros militares de la Corona. Fue base de operaciones en las Guerras con Portugal, en especial en la de Indepedencia de este país (1640-1668), así como en la Guerra de Sucesión a la Corona de España (1700-1714).
En el Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid se conservan unas anotaciones sobre la posición geográfica de la villa y sus fortificaciones, firmada por Pedro Larrumbe. La data del documento es de 1845[1].
Puebla de Sanabria. Anotaciones sobre su posición geográfica e importancia militar con una pequeña idea de sus fortificaciones.
Castillo y murallas (La Puebla de Sanabria). |
La Puebla de Sanabria, Villa de la Provincia de Zamora, está á dos leguas de la frontera de Portugal y á otras tantas de la de Galicia, en la direccion N.S de un cerro que vierte las aguas á los cuatro puntos cardinales: cuenta con novecientas almas: es pobre en su caserío, y pobre en sus producciones, que son algún centeno, patatas, lino, muy poca hortaliza y ninguna fruta: la consideran dividida en dos partes, llamando á la del norte Villa y á la del sur el arrabal, en que vive la mayor parte del vecindario: la baña por el E. el río Tera, por el norte el Castro, que se une á aquel cuasi á la parte N. de la poblacion , y por el O. un pequeño arroyo que se incorpora con el Castro, todos los caminos que conducen a esta villa son muy malos.
Su importancia militar es la de un punto fortificado en la frontera de un Reino vecino, con capacidad para dos compañías de á ochenta hombres de guarnición, cuyo objeto debe concentrarse á dar avisos: carece de cuarteles y todo otro edificio capaz de servir para alojamiento de tropas, por cuya razon no debe esceder de las dos compañías la tropa que se destine para guarnecerlo.
Las fortificaciones en pié en la actualidad, consisten en una cerca de piedra y barro de cinco cuartas de espesor, la cual forma un ángulo casi recto en la parte E. de hacia el medio del largo de la poblacion con dos frentes, cuyas direcciones son, el uno de S. á N. En que hai un semi valuarte pequeño, terminado por una de las fachadas del castillo, y el otro de E. á O. terminado por un pequeño valuarte: este último frente divide á la Villa del arrabal, comunicándose ambas partes por una puerta próxima al ángulo; los estremos N. y O. de estos frentes estan unidos por una linea mas ó menos curba, según la configuracion del terreno, pero convexa hacia la campiña. Esta fortificacion es inaccesible por el N., E. y O. por la mucha pendiente del cerro en que se halla; y es accesible por el s. por la mayor suavidad de su pendiente: la muralla á cerca que defiende este frente tiene obstruidos sus fuegos por casas construidas dentro y fuera, pero arrimadas á ella y cuyos caballetes son mas altos que la muralla.
El castillo es un edificio de sólida construcción, mas propio para una prision que para una fortaleza; consta de dos partes ó recintos, uno dentro del otro; el esterior es un rectángulo con excrecencias rectangulares en los frentes ó fachadas del N. y O.; tiene torreones en los ángulos y en los frentes del N. y O. y tanto los torreones como los frentes estan adornados de almenas; pero son de ningun efecto los fuegos de fusilería que se dirijan de ellos, ya por que hallándose á mucha altura los del N. y O. con relacion al terreno que los rodéa, son los tiros muy fijantes y por consiguiente muy inciertos, ya por que los del S. y O. estan obstruidos por los edificios que tienen á su frente; en la parte E. de este castillo hai tres salones, cuya longitud es la de su fachada y su anchura como de seis varas, y estos son el único local de la población en que puede alojarse la tropa. El interior es otro edificio de base cuadrada y mas alto que el anterior, con los mismos inconvenientes que este para sus fuegos, pero en mayor escala; tiene salones de poca capacidad, mas propios para calabozos, que para alojamiento de tropas.
La parte arruinada de la fortificación, que rodea al arrabal, consta de dos lineas bastionadas en la dirección N. á S. convergentes hacia este último punto y ligadas por el lado S. con una cortina en la direccion E. á O.; estas lineas, según dan á entender sus ruinas, eran de piedra y barro y de cinco cuartas de espesor: hacia el medio de las corotinas que unen los bastiones, hai redientes sumamente pequeños: de las dos lineas, la del lado E. principia en la división de la Villa del arrabal y termina en la parte S. de este: la de la parte O. empezando en el estremo S. del arrabal, llega hasta la parte N. de la Villa, como obra esterior del recinto de ella, y se une con una cortina, que sale del costado izquierdo de una gran terraza situada como obra esterior que ubre la parte N. de la Villa; el costado derecho de la terraza está tambien unido á la cerca de la Villa por medio de esta cortina: delante de al cortina del S. del arrabal en la pequeña planicie de un cerro, que se eleva veinte varas sobre el nivel de la misma cortina, se notan los vestigios de un pequeño reducto.
De esta Villa se apoderaron los portugueses en 1710 y la devolvieron en 1715.
Puerta de la Villa. |
Castillo de La Puebla de Sanabria. |
La parte arruinada de la fortificación, que rodea al arrabal, consta de dos lineas bastionadas en la dirección N. á S. convergentes hacia este último punto y ligadas por el lado S. con una cortina en la direccion E. á O.; estas lineas, según dan á entender sus ruinas, eran de piedra y barro y de cinco cuartas de espesor: hacia el medio de las corotinas que unen los bastiones, hai redientes sumamente pequeños: de las dos lineas, la del lado E. principia en la división de la Villa del arrabal y termina en la parte S. de este: la de la parte O. empezando en el estremo S. del arrabal, llega hasta la parte N. de la Villa, como obra esterior del recinto de ella, y se une con una cortina, que sale del costado izquierdo de una gran terraza situada como obra esterior que ubre la parte N. de la Villa; el costado derecho de la terraza está tambien unido á la cerca de la Villa por medio de esta cortina: delante de al cortina del S. del arrabal en la pequeña planicie de un cerro, que se eleva veinte varas sobre el nivel de la misma cortina, se notan los vestigios de un pequeño reducto.
De esta Villa se apoderaron los portugueses en 1710 y la devolvieron en 1715.
Pedro Larrumbe
También te puede interesar:
Paramentos de la muralla de La Puebla de Sanabria. |
[1] Sección A, grupo XV, subrupo II 4081. Puebla de Sanabria. Sig. 6-1-4-4-. Rollo 70.
No hay comentarios:
Publicar un comentario