"UNA DE LAS BUENAS CASAS DEL REINO"
El castillo desde la batería. |
José I. Martín Benito
El viajero que llega a Ciudad Rodrigo desde el mediodía y desde el ocaso, el viajero procedente de la alta Extremadura y de las tierras lusitanas, encuéntrase de frente a la ciudad rodericense, sobre un cerro, señoreando la vega del río Águeda. En una de las cotas más altas de la ciudad se sitúa una maciza construcción del gótico militar, dominando o guardando, con su cúbica silueta, el paso del río y el camino a Portugal: es la torre del homenaje del alcázar del rey don Enrique, el monarca que, tras varios años de guerra civil, inaugura en Castilla la dinastía de los Trastámara. El castillo, que en palabras de Feliciano de Silva pasaba por ser "...una de las buenas casas del reino... e que no es suntuosa ni hermosa, sino provechosa, como se requiere para su defensa e guarda.."[1], fue levantado, según reza la inscripción de entrada al recinto en el año 1372 por el mismo monarca que dos años antes había protagonizado un intento fallido de tomar la ciudad[2].
El viajero que llega a Ciudad Rodrigo desde el mediodía y desde el ocaso, el viajero procedente de la alta Extremadura y de las tierras lusitanas, encuéntrase de frente a la ciudad rodericense, sobre un cerro, señoreando la vega del río Águeda. En una de las cotas más altas de la ciudad se sitúa una maciza construcción del gótico militar, dominando o guardando, con su cúbica silueta, el paso del río y el camino a Portugal: es la torre del homenaje del alcázar del rey don Enrique, el monarca que, tras varios años de guerra civil, inaugura en Castilla la dinastía de los Trastámara. El castillo, que en palabras de Feliciano de Silva pasaba por ser "...una de las buenas casas del reino... e que no es suntuosa ni hermosa, sino provechosa, como se requiere para su defensa e guarda.."[1], fue levantado, según reza la inscripción de entrada al recinto en el año 1372 por el mismo monarca que dos años antes había protagonizado un intento fallido de tomar la ciudad[2].
Desconocemos el momento en que las obras de ejecución pudieron darse por concluídas, pero un siglo más tarde, cuando Enrique IV nombró alcaide del alcázar a Diego del Aguila, el castillo "estaba muy perdido y sin puertas y en toda la casa y torre no había pretil ni almenas en la torrecilla de encima del homenaje, ni cava, ni barrera..."[3]. Diego del Aguila y después su hijo, Antonio del Aguila llevaron a cabo obras de reparación en el castillo y fortaleza de Ciudad Rodrigo[4].
El paso de las tropas británicas, 1812. |
En el centro del patio de armas del recinto del alcázar de Enrique II se levanta la torre del homenaje, compuesta por dos cuerpos superpuestos de forma cúbica, de mayor a menor, respectivamente. Esta tipología de la torre del castillo de Ciudad Rodrigo parece ser anterior al siglo XV. E. Cooper[5], en su conocida obra (1980): Castillos señoriales de la Corona de Castilla. Siglos XV y XVI, no se ocupa de este tipo de torre, por tratarse de un período anterior al estudiado[6]. No obstante, la torre que está encima del homenaje fue levantada por el alcaide Don Diego del Aguila (s. XV)[7]. En cualquier caso, no sabemos con certeza si don Diego levantó de nuevo o reconstruyó lo existente, pues cuando se hizo cargo del castillo éste debía estar en bastante mal estado[8].
Catedral, Cerralbo y castillo, tras la muralla. |
El cuerpo inferior de la torre, de 17 m. de lado, está construido con fábrica de cal y canto rodado, excepto en las partes nobles -esquinas y vanos- que son de sillares de arenisca. Una línea de imposta corta y rodea el primer cuerpo de la torre, acusando las dos plantas interiores. Este cuerpo es rematado con almenas y salmeres con saeteras. Sobre los lienzos norte y sur se abren ventanas geminadas, con arcos ojivales lobulados, separados por esbelto parteluz octogonal que repite su forma en el capitel con ábaco cuadrado. La entrada a la torre se hace bajo arco apuntado sobre el que campean las armas de Castilla y León. Se accede a un vestíbulo bajo bóveda de cañón escarzano. La estancia de la planta baja es una gran sala con bóveda ojival, sustentanda por arco perpiaño central que descansa en dos pilastras. La subida a las plantas superiores se hace por escalera de bóvedas rampantes, de medio cañón apuntado.
Entrada al castillo. |
El castillo, junto con las murallas, forma parte del complejo sistema de fortificación de esta plaza, en la Raya de Portugal, de lo que ya informamos en otros pots.
Escudo real e inscripción (siglo XIV). |
[1] De la declaración que hizo
Feliciano de Silva para certificar los gastos hechos por Antonio del Aguila en
las obras llevadas a cabo en la fortaleza de Ciudad Rodrigo. Archivo General de
Simancas (A.G.S.). Escribanía Mayor de Rentas; Tenencia de Fortalezas. Leg. 2,
fechado en Ciudad Rodrigo a 24 de marzo de 1512.
[2] El propio Rey D. Enrique informa
del intento falllido de tomar la ciudad en carta enviada a la ciudad de Murcia,
dada el 9 de marzo de 1372 en el Real de Ciudad Rodrigo: "Facemos vos saber que teniendo nos
cercada esta cibdad de Cibdad Rodrigo.... tan fuerte fue el tiempo de las aguas
que fizo é face, é tan excesiva la fambre que ha en el real por falta de
mantenimientos, que ya las gentes non lo podían sofrir: por lo qual ovimos de
levantar el cero....". Citada en la
Crónica de Enrique II.Crónica de los Reyes de Castilla. Tomo II. Madrid., 1951, p. 51.
[5] Al propio E. Cooper quiero
agradecer la valiosa información, allá por 1985, de las semejanzas de la torre
del homenaje de Ciudad Rodrigo con la de los castillos que aquí voy a reseñar.
Gracias a su información pude trasladarme más tarde a Quintanilla del Marco,
las Ventas con Peña Aguilera y Burguillos del Cerro, para realizar trabajos de
campo y comprobar, en efecto, esta circunstancia.
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