El puente en la literatura
Claudio Rodríguez, con el puente al fondo (La Opinión de Zamora) |
El puente de piedra de Zamora ha sido fuente de inspiración literaria. Se desliza en la poesía de Claudio Rodríguez (1934-1999), cuando trasmite las sensaciones líricas del paisaje fluvial en “Al ruido del Duero”:
“Y como yo veía
que era tan popular entre las calles,
pasé el puente y, adiós, dejé atrás todo”.
La figura del puente aparece también en el poema a “Eugenio de Luelmo”, “que vivió y murió junto al Duero”, como reza su dedicatoria y al que dedica, entre otros, los siguientes versos..:
La muerte no es un río, como el Duero,
ni tampoco es un mar. Como el amor, el mar
siempre acaba entre cuatro
paredes. Y tú, Eugenio, por mil cauces
sin crecida o sequía,
sin puentes, sin mujeres
lavando ropa, en qué aguas
te has metido?”.
El río, como símbolo de la niñez, impregna el canto del poeta:
“ Las calles, los almendros,
algunos de hojas malva,
otros de floración tardía frente
a la soledad del puente
donde se hila la luz entre los ojos
tempranos para odiar. Y pasa el agua
nunca tardía para amar del Duero,
emocionada y lenta,
quemando infancia”
La paz o la soledad del paseo por el puente, inspiraron también los versos de Blas de Otero (1916-1979):
“Por los puentes de Zamora,
sola y lenta, iba mi alma.
No por el puente de hierro,
el de piedra es el que amaba.
A ratos miraba al cielo,
a ratos miraba al agua.
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