REINO DE LEÓN

jueves, 18 de febrero de 2016

Los otros acueductos

SAN GIRALDO (CIUDAD RODRIGO) 

Cuando se habla de acueductos a todos nos viene la imagen del de Segovia, del de Los Milagros en Mérida o del Pont-du-Gard, cerca de Nimes (Francia). Pero hubo otros. Los romanos nos indicaron el camino.

Acueducto de San Giraldo,1 (Ciudad Rodrigo)
José I. Martín Benito


Una de las obras de abastecimiento de agua más singulares de la Edad Moderna en Castilla y León es, sin duda, el acueducto de San Giraldo en Ciudad Rodrigo (Salamanca). La captación de agua se hacía en el venero de Valdenovillos, a algo más de 9 kilómetros de la ciudad. Buena parte de su estructura aérea se conserva todavía a unos 5 kilómetros de la población, visible desde la N-620 y desde la autovía de Castilla.

“Fue el gran proyecto público del siglo XVI”, encargado por el Consistorio de esta ciudad, tal como lo define el profesor José Ramón Nieto González, que ha estudiado esta magna construcción hidráulica (Arquitecturas de Ciudad Rodrigo, 1994, pp. 45-49), cuya documentación se conserva en el Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo (Leg. 26, nº 13 de la documentación antigua y Leg. 309 de la catalogación moderna).

El autor del proyecto fue Sagrameña de Vargas a mediados del siglo XVI. De esta conducción general, que llevaba el agua al arca a la ciudad hasta el arca de la Puerta del Conde, se llevaron también distintos ramales a los conventos de Santa Clara, San Francisco y Santo Domingo, así como a la Casa de Niños Expósitos.

Acueducto de San Giraldo, 2 (Ciudad Rodrigo).
El abastecimiento de agua a la población fue preocupación constante por parte del consistorio en esta centuria. En 1547 los regidores disponían que el maestre de la fuente, Juan González, viera la obra que era necesario hacer. En abril de 1548 se comisionó a Pedro Pacheco para que hiciera provisionalmente la puente de Valdenovillo, para poder traer el agua desde Caro-Cuesta (M. Hernández Vegas, Ciudad Rodrigo. La catedral y la ciudad. Vol. II, pág. 54). Múltiples también son las referencias en las actas municipales durante el siglo XVII, aludiendo a las reparaciones en “las puentes de piedra y palo”. Estas continuaron en el siglo XVIII, pues el Libro del Bastón (1770), al referirse al apartado de Historia Natural recoge: “…una Cañería nuevamente Redificada cuias aguas llegan y se rrecojen a la salida de su puerta principal llamada del Conde”.

Los restos del acueducto de San Giraldo en Ciudad Rodrigo, son prácticamente únicos en toda Castilla y León, para una obra del siglo XVI de esta envergadura. El paralelo más próximo está en Extremadura, en el acueducto que suministraba agua a la ciudad de Plasencia (Cáceres), finalizado en 1573, según proyecto de Juan de Flandes. Otro acueducto del siglo XVI es el de Los Arcos, en Teruel, comenzado en 1537, conforme al proyecto de Pierres Vedel. De esta época es también el de Los Pilares (Oviedo), construido entre 1570 y 1599, según proyecto de Juan de Cerecedo, el Joven. Posterior es el acueducto de San Telmo, en Málaga (1782-1784), bajo la dirección del arquitecto José Martín de Aldehuela.

Los restos conservados se encuentran entre la vaguada de las sierras de Torralba y Peronilla, junto al arroyo de San Giraldo, conforme a las coordenadas 2º 49´ 40´´ Norte y 40º 37´ 50 ´´ Oeste, de la hoja 536 del Mapa Topográfico Nacional, 1947. La denominación en la citada cartografía es de “Puente de San Giraldo”, por su estructura, que lleva dos ojos de medio punto y tres contrafuertes, fabricados en sillería, mientras que el resto es mampuesto dispuesto en tapias. El paso del tiempo y su falta de uso como consecuencia de otro tipo de abastecimiento de agua para la ciudad, ha ido haciendo mella en la construcción, que ha perdido algunas partes de su fábrica.

1 comentario:

  1. Bem-hajas José Ignacio Martín Benito por mais este contributo à defesa do Património. Desde há muitos anos que ao passar por Ciudad Rodrigo, reparo nessa bela obra hidráulica, à qual nunca pude aceder, apesar de algumas vezes o ter tentado. Este monumento devia merecer mais cuidados por parte das entidades públicas, e promover-se a sua visita. Saudações raianas.

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