De la Prehistoria a la Edad Media
Muralla del castro de Yecla. |
Ubicación
Su emplazamiento se sitúa en el espacio comprendido entre los arroyos Varlaña y Pozo Ollero en su desembocadura en el río Huebra. Eso le hace prácticamente inaccesible por tres de sus lados.
Defensa
Una de las entradas al recinto fortificado. |
El lugar ha deparado el hallazgo de grabados rupestres, tanto en rocas como en sillares de la muralla, donde se representan diversos zoomorfos (caballos, asnos, jabalíes, bóvidos, ciervos), alguna escena de jinete y de caza, espirales, reticulados, cruces....). De entre ellos destaca una cierva amamantando a su cría y una escena de jinetes, y una peña conocida como “Los siete infantes de Lara”. Otras de las piezas prerromanas es la escultura de un jabalí, labrada en granito (verraco).
Grabado. Cierva amamantando a su cría. |
Verraco de Yecla. |
De época romana data un término augustal del s. I. d.C., en el que se marcan los límites entre los mirobrigenses y los polibedenses, así como varias estelas de una necrópolis del Alto Imperio. Buena parte de estas estelas fueron reaprovechadas como material de construcción en las obras de reparación de las murallas que se hicieron en el Bajo Imperio (siglos III-IV d. C).
De época tardorromana data otra necrópolis, con tumbas formadas por lajas de piedra, de forma rectangular, en las que también se reaprovecharon estelas altoimperiales como piedras laterales de la sepultura. Entre los ajuares localizados, además de los hallazgos cerámicos, destaca un cuchillo o puña “tipo Simancas”. Este tipo de objeto forma parte de ajuares ricos, al tiempo que podría ser un indicio de la posible presencia de tropas, en un periodo marcado por la inseguridad como es el de los siglos IV y V.
Invasiones germánicas
En la limpieza que se llevó a cabo hace unos años en el castro para adecuarlo a las visitas públicas, se localizaron varias puertas que habían sido cegadas o tapiadas. En una de ellas se documentó un derrumbe o nivel de destrucción y bajo este, el esqueleto de un niño con una herida de arma. Se ha supuesto que ello pudo ser debido a un ataque al poblado en la época de las invasiones germánicas dels iglo V d. C. (suevos y visigodos), como sucedió también en el castro de “Las Merchanas”, donde las excavaciones arqueológicas documentaron un nivel de incendio y destrucción de un edificio tardorromano.
Vitrina con objetos de época medieval. |
A pesar de ello, la vida continuó en “El Lugar Viejo”, durante la época altomedieval (época visigoda), a tenor de los hallazgos localizados, como dos jarritas piriformes, fechadas entre los siglos VI y VII y fragmentos de pizarras escritas.
Abandono del Lugar Viejo
El castro continuó ocupado posiblemente hasta el siglo XII. En 1184 el rey Fernando II de León entregó a la iglesia de Santiago y a su arzobispo la villa de “Ecla , en el territorio de Ledesma, en el río Yeltes, con sus términos nuevos y antiguos.
La donación a la iglesia de Santiago de la villa de Ecla, explicaría la advocación de la ermita dedicada al Apóstol, levantada fuera de las murallas. En el interior del castro se levantó otra ermita, denominada Santa María del Castillo. Estas dos son obra de comienzos del siglo XVI, lo que explica la relación de la actual Yecla de Yeltes con el Lugar Viejo.
Museo en Yecla de Yeltes.
Antes de hacer una visita al castro -de acceso libre y gratuito- es muy recomendable cursar una previa al Aula Arqueológica o Museo que hay en la Plaza Mayor del pueblo de Yecla de Yeltes, con una expliación muy didáctica y amena sobre el castro y su evolución a través del tiempo. Es preciso concertar la visita.
- Castros del Águeda
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Yo estuve hace unos meses y el lugar esta genial. Me gusto mucho el entorno, pero deberian cuidarlo un poquito mas ya que un lugar con tanta historia por detras deberia tener hasta guias turisticos (puede que los haya pero preguntamos y nadie sabia nada). Ademas de darle el reconocimiento que se merece tanto por el entorno que hay como por la arquitectura que nos ha quedado en pie.
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