Catedral y castillo de Ciudad Rodrigo. |
La institución de la diócesis de Ciudad Rodrigo por Fernando II está fechada en un documento de 13 de febrero de 1161 conservado en el Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela. La creación de la nueva diócesis se hizo a espaldas de la Santa Sede y bajo la potestad del arzobispo de Santiago, metrópoli a la quequedó sujeta. En 1199, con la sentencia de Inocencio III, quedó integrada en la provincia eclesiástica de Compostela. Desde el principio mantuvo una disputa con la diócesis de Salamanca, que se saldó con una concordia entre finales de 1173 y primeros de 1174. Por esta concordia pasaron a la diócesis de Ciudad Rodrigo, las parroquias de Abusejo, Soutel de León, Soutel de Arroyo, Cabrillas y Bobadilla.
Tras esta concordia, el nuevo obispado fue reconocido por la Santa Sede. Alejandro III expidió el 25 de mayo de 1175 desde Ferentino la bula de aprobación del obispado de Ciudad Rodrigo. En 1191 se estableció otra concordia con la diócesis de Coria, que se centró en la jurisdicción de las villas de Valdárrago, en el sur de la sierra de Gata, bajo el arbitraje de los prelados de Salmanca y Plasencia. La concordia se firmó en Salamanca: fijaba para Coria las villas de Puñoenrostro, Puñosa y Cadahalso, mientras que Robledillo y Descargamaría fueron adjudicadas a la diócesis de Ciudad Rodrigo.
Báculo episcopal (Ciudad Rodrigo). |
Límites territoriales
Al principio del siglo XIII, los límites del obispado de Ciudad Rodrigo quedaron establecidos. Al norte, el límite era el río Huebra, que le separaba de la diócesis de Salamanca; al este, la proyección hacia el sur del obispado salmantino, con el que se encontraba en el área de la Sierra de Francia. Al sur, el obispado de Coria, perteneciendo al de Ciudad Rodrigo, Robledilo, Descargamaría, Eljas, San Martín, Villamiel y Trevejo, en la vertiente meridional de la Sierra de Gata. Al oeste, la Riba Côa era territorio civitatense, con las villas de Sabugal, Alfayates, Almeida, Castelo Rodrigo, Castelo Bom, Castelo Melhor, El Pereiro.
La pérdida de la Riba Côa portuguesa (1403)
El 3 de julio de 1403 el papa de Roma, por la bula Eximie devotionis sinceritas separará de la diócesis de Ciudad Rodrigo los bienes y tierras que ésta poseía en la región de Cima-Côa (Portugal), anexionándolos a la diócesis de Lamego.
La pérdida de la Riba Côa portuguesa (1403)
El 3 de julio de 1403 el papa de Roma, por la bula Eximie devotionis sinceritas separará de la diócesis de Ciudad Rodrigo los bienes y tierras que ésta poseía en la región de Cima-Côa (Portugal), anexionándolos a la diócesis de Lamego.
Castelo Rodrigo, en la Riba-Côa. |
Se aprovechó así la crisis del Cisma de Occidente, y de la desobediencia a Roma por parte de Castilla para justificar la separación. Finalmente, Sixto IV confirmó la desmembración de los territorios portugueses del obispado de Ciudad Rodrigo por bula de 21 de junio de 1481. Intentos hubo de reclamación, sin embargo infructuosos, como el de Alfonso de Paradinas, obispo entre 1469-1485, y el de Martín de Salvatierra (1591-1604).
La unión a Salamanca (1867)
Por el Concordato de 1851, desaparecieron ocho obispados españoles y se crearon otros tres. Ciudad Rodrigo pasó a unirse al de Salamanca. De nada sirvieron las reclamaciones que desde Ciudad Rodrigo se hicieron para conseguir la revocación de la decisión del Concordato. Realmente la anexión a Salamanca no se hizo hasta junio de 1867, cuando el ministro de Gracia y Justicia nombró administrador apostólico de Ciudad Rodrigo al obispo de Salamanca don Anastasio Rodrigo Yusto.
Ciudad Rodrigo no cesó hasta conseguir el nombramiento de un administrador diocesano. En 1883 el Cabildo y el Ayuntamiento lo solicitaron al Papa y al rey. El rey accedió y se publicó una real orden favorable el 145 de enero de 1884. El 25 de diciembre de 1884, León XIII nombraba a José Tomás de Mazarrasa y Riva como administrador apostólico para Ciudad Rodrigo, con el título de obispo de Fililópolis, el cual tomó posesión del obispado el 19 de marzo de 1885.
La restitución de la diócesis (1949)
Ciudad Rodrigo no se resignó a seguir contando con un obispo administrador, por lo que se hicieron gestiones para el reconocimiento como diócesis permanente y, lo que ello conllevaba, la restitución de la Mitra.
El reconocimiento definitivo como diócesis se conoció en Ciudad Rodrigo el 20 de diciembre de 1949, por telegrama enviado por el obispo electo D. Jesús Enciso Viana. Ello era resultado del convenio firmado entre el Gobierno español y la santa Sede. Significaba contar con obispo propio y recobrar su cabildo completo. El 9 de enero de 1950 se promulgaba un Decreto, elevando a la categoría de diócesis con los mismos derechos que las existentes a las sedes de Albarracín, Barbastro, Bilbao, Ciudad Rodrigo, Ibiza y San Sebastián. En febrero de ese año, Enciso pudo llevar y el título de obispo de Ciudad Rodrigo.
Al poco tiempo del reconocimiento, la diócesis contaba con 100.928 habitantes, de los que 12.000 vivían en la ciudad. El territorio se dividía en doce arciprestazgos y en 106 parroquias. La Guía de 1995 informa que la diócesis tenía una extensión de 4.259 km2 y 100.355 fieles.
Variación de los límites diocesanos (1958)
Por el Concordato de 1851, desaparecieron ocho obispados españoles y se crearon otros tres. Ciudad Rodrigo pasó a unirse al de Salamanca. De nada sirvieron las reclamaciones que desde Ciudad Rodrigo se hicieron para conseguir la revocación de la decisión del Concordato. Realmente la anexión a Salamanca no se hizo hasta junio de 1867, cuando el ministro de Gracia y Justicia nombró administrador apostólico de Ciudad Rodrigo al obispo de Salamanca don Anastasio Rodrigo Yusto.
León XIII, por |
Ciudad Rodrigo no cesó hasta conseguir el nombramiento de un administrador diocesano. En 1883 el Cabildo y el Ayuntamiento lo solicitaron al Papa y al rey. El rey accedió y se publicó una real orden favorable el 145 de enero de 1884. El 25 de diciembre de 1884, León XIII nombraba a José Tomás de Mazarrasa y Riva como administrador apostólico para Ciudad Rodrigo, con el título de obispo de Fililópolis, el cual tomó posesión del obispado el 19 de marzo de 1885.
La restitución de la diócesis (1949)
Ciudad Rodrigo no se resignó a seguir contando con un obispo administrador, por lo que se hicieron gestiones para el reconocimiento como diócesis permanente y, lo que ello conllevaba, la restitución de la Mitra.
El reconocimiento definitivo como diócesis se conoció en Ciudad Rodrigo el 20 de diciembre de 1949, por telegrama enviado por el obispo electo D. Jesús Enciso Viana. Ello era resultado del convenio firmado entre el Gobierno español y la santa Sede. Significaba contar con obispo propio y recobrar su cabildo completo. El 9 de enero de 1950 se promulgaba un Decreto, elevando a la categoría de diócesis con los mismos derechos que las existentes a las sedes de Albarracín, Barbastro, Bilbao, Ciudad Rodrigo, Ibiza y San Sebastián. En febrero de ese año, Enciso pudo llevar y el título de obispo de Ciudad Rodrigo.
Al poco tiempo del reconocimiento, la diócesis contaba con 100.928 habitantes, de los que 12.000 vivían en la ciudad. El territorio se dividía en doce arciprestazgos y en 106 parroquias. La Guía de 1995 informa que la diócesis tenía una extensión de 4.259 km2 y 100.355 fieles.
Variación de los límites diocesanos (1958)
Como consecuencia del reajuste producido por el Concordato de 1953, los límites diocesanos experimentaron una variación en julio de 1958. Pasaron a la diócesis de Coria-Cáceres las parroquias del sur de la Sierra de Gata, esto es, San Martín de Trevejo, Trevejo, Villamiel, Eljas, Robledillo de Gata y Descargamaría. Por el norte extendió sus límites a costa de las parroquias salmantinas de Aldeanueva de la Sierra, Anaya de Huebra con su filial de Gallegos, Avililla de la Sierra, Mieza, Muñoz, San Muñoz, Sanchón de la Sagrada, La Sagrada, Tamames, Villares de Yeltes con la filial de Pedro Álvaro y Vilvestre. Pasó también a Ciudad Rodrigo el monasterio de Porta Coeli de El Zarzoso, pero no lo hizo el santuario de la Virgen de la Peña de Francia, a pesar de la bula de Pío IX (14-8-1873). Cambiaron los límites pero la extensión en km2 se mantuvo. Los arciprestazgos se redujeron a once, pero el número de parroquias aumentó ligeramente, de 106 a 110. El número de fieles apenas aumentó; en 1960 se contabilizaban 100.572.
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Para saber más:
J. I. MARTÍN BENITO: “La Iglesia de Ciudad Rodrigo”, publicado en Historia de las Diócesis Españolas. Ávila, Salamanca, Ciudad Rodrigo. Biblioteca de Autores Cristianos (2005) (coordinación Teófanes Egido). Autores, José Ignacio Martín Benito, Francisco Martín Hernández y Tomás Sobrino Chomón.
Historia de las díocesis españolas (BAC) |
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