Alfonso IX. Catedral de Santiago. |
Siendo esta una tierra en litigio, los monarcas de León se ocuparon de
asegurar la defensa del territorio. Para ello promovieron políticas de
repoblación, relanzaron los sistemas de fortificación y buscaron la
colaboración de magnates, tanto civiles como eclesiásticos. Así, Alfonso IX se
amparará en el obispo de Zamora como un agente del poder real en la frontera
con Castilla, como lo hará también con el propio prelado y con el de Ciudad
Rodrigo en la de Portugal.
La repoblación en las cercanías de la frontera castellana afectó
en el reinado de Fernando II a poblaciones como Granada[1],
Mayorga, Benavente, Mansilla (Fig. 9), Villalpando y Coyanza, como recogen las
crónicas de Lucas de Tuy y Ximénez de Rada.[2]
Murallas de Mansilla (León). |
Mayorga fue repoblada en 1181, tras la paz de Medina de Rioseco.
Ese mismo año, el monarca leonés amplió términos al concejo de Benavente, una
plaza situada en el corazón del reino, cerca de Castilla y, a la vez, orientada
hacia Portugal[3], que el
rey había repoblado entre 1164 y 1167[4].
Los conflictos de 1165 hicieron que Fernando II se traslade a la
frontera oriental. El 25 de octubre de ese año el monarca está en Coyanza y
cinco días después en Villalpando, plaza que tenía un tenente o representante
del poder regio[5]. De
nuevo vemos al monarca en Villalpando en julio 1179, tras el ataque de las
tropas castellanas a la Tierra de Campos y en 1181, después de la firma de la
paz de Medina de Rioseco.
Por su parte, Alfonso IX se preocupó también de fortalecer la
presencia real en la frontera oriental de la Tierra de Campos. Concedió fuero a
Castroverde en enero de 1199, poco más de un año después de que la plaza fuera
tomada por las tropas castellanas. En octubre de 1208 hizo lo propio con Belver
los Montes, siguiendo el
texto foral concedido a Castroverde[6].
[1] La actual Granadilla, en Cáceres,
próxima a la calzada de la Guinea, en la frontera oriental con Castilla.
[2] Lucas de Tuy, Crónica de España. Edición de Julio Puyol. Madrid 1926. Cap.
LXXXIII, pág. 403. R. Jiménez de Rada: Historia
de los hechos de España. Libro VII, cap. XXXI. Madrid 1989, pp. 289.
[3] Así hay que entender la concesión al
concejo benaventano del castillo de Mira, en la Sierra de la Culebra, entre
Aliste y Sanabria, dado el dominio de Afonso Henriques en tierras alistanas.
Véase nuestro trabajo: “Frontera y territorio en el sur del reino de León”. El Reino de León en la época de las Cortes
de Benavente. Benavente 202, pág. 12. nota 18.
[4] P. MARTÍNEZ SOPENA, V. AGUADO, R.
GONZÁLEZ RODRÍGUEZ: Privilegios reales de
la villa de Benavente (siglos XII-XIV). Salamanca 1996.
[5] Véase la relación de tenentes en J.
GONZÁLEZ: Regesta…, pág. 190.
[6] J. RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ: Los fueros locales de la provincia de Zamora.
Salamanca 1990, pp. 149-155 y 315-319.
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