José Ignacio Martín Benito
Barca pequeña o "chalupa" de Bretó para Bretocino. |
Los ríos han
sido, desde la Antigüedad, una fuente de riqueza: por la aportación de
recursos, en especial la pesca, por el aprovechamiento de sus aguas para el
riego de los campos o por la canalización de las mismas para mover la piedra de
un molino. Pero, a la vez, eran un obstáculo que era preciso franquear, para lo
cual se buscaban vados, que se podían atravesarse a pie o en caballerías. Pero
los ríos han sido vadeables sólo en determinadas épocas, cuando el caudal
disminuía como consecuencia de la estación seca. Sin embargo, cuando subía el
nivel de las aguas, los vados ya no eran la solución. Para cruzarlos en cualquier
época del año se recurrió a soluciones técnicas, como la construcción de pasos
fijos o móviles. Esto es, se tendieron puentes o se recurrió a pasos flotantes,
las barcas.
Los primeros
requerían grandes esfuerzos, no sólo técnicos, sino también económicos, tanto
en su construcción como en su continuo mantenimiento, debido al deterioro
ocasionado por la fuerza de las aguas.
Barca de La Ventosa, entre Benvente y Santa Colomba. |
Resultaba más fácil y menos costoso establecer pasos móviles sobre los
cauces: las barcas, si bien el tránsito en estas plataformas flotantes
era menos fluido y más lento, además de ser más arriesgado y peligroso, sobre
todo en época de aguas crecidas. El establecimiento de barcas como recurso para
pasar los ríos, ha sido una constante en el interior peninsular a lo largo del
tiempo. En algunas localidades, las barcas de paso se han mantenido hasta las
últimas décadas del siglo XX.
Barcas en los ríos de Benavente
En una comarca como la de los Valles de Benavente, surcada por varios cursos fluviales (Tera, Órbigo y Esla), se hacía necesario el auxilio de pasos y medios de transporte para cruzar los ríos, en determinadas épocas muy caudalosos. La red viaria se contemplaba así con puentes y barcas[1]. Las avenidas de los ríos arruinaban continuamente la fábrica de los primeros, por lo que era necesaria su reparación. De ahí que a su mantenimiento se dedicaran continuos esfuerzos, lo que se repercutía en las haciendas de las villas y ciudades de varias leguas a la redonda en forma de repartimientos, como ocurriera con el puente de Castrogonzalo sobre el Esla[2].
Barca de Pobladura del Valle. |
El paso de este
río, el más caudaloso del territorio, se hacía también en barcas, distribuidas
a lo largo de su curso en Villafer[3],
Castrogonzalo[4],
Castropepe[5],
Barcial del Barco[6],
Villaveza del Agua[7],
El Priorato (Milles de la Polvorosa)[8]
y la de Bretó[9]
y Bretocino[10].
En el río Órbigo hubo barca en Pobladura del Valle[11], Vecilla de la Polvorosa[12], Manganeses[13], Santa Cristina[14], La Ventosa[15], Santa Colomba de las Monjas[16].
En el Tera, el concejo de Benavente, arrendaba la de Villanázar[17]. Otras barcas sobre el Tera eran las de Sandín[18], Anta de Tera[19] para Codesal[20], Valparaíso para Cional, Villar de Farfón[21] para Val de Santa María[22], Calzada-Calzadilla[23], Camarzana-Pumarejo[24], Santa-Croya-Santa Marta[25], Aguilar de Tera, Olmillos-Milles[26] y Mózar[27]. También hubo barca en La Puebla de Sanabria en 1909 cuando, con motivo de la destrucción del puente de San Francisco por la crecida del río, quedaron interrumpidas las comunicaciones y el correo con Galicia, por lo que fue preciso echar una barca al Tera por parte de la sección de Obras Públicas de Zamora.
Muchas de estas embarcaciones estuvieron activas hasta la década de los años sesenta del siglo XX.
En el río Órbigo hubo barca en Pobladura del Valle[11], Vecilla de la Polvorosa[12], Manganeses[13], Santa Cristina[14], La Ventosa[15], Santa Colomba de las Monjas[16].
En el Tera, el concejo de Benavente, arrendaba la de Villanázar[17]. Otras barcas sobre el Tera eran las de Sandín[18], Anta de Tera[19] para Codesal[20], Valparaíso para Cional, Villar de Farfón[21] para Val de Santa María[22], Calzada-Calzadilla[23], Camarzana-Pumarejo[24], Santa-Croya-Santa Marta[25], Aguilar de Tera, Olmillos-Milles[26] y Mózar[27]. También hubo barca en La Puebla de Sanabria en 1909 cuando, con motivo de la destrucción del puente de San Francisco por la crecida del río, quedaron interrumpidas las comunicaciones y el correo con Galicia, por lo que fue preciso echar una barca al Tera por parte de la sección de Obras Públicas de Zamora.
Muchas de estas embarcaciones estuvieron activas hasta la década de los años sesenta del siglo XX.
Chalupa de Bretocino. |
Barca entre Camarzana y Pumarejo de Tera. |
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[1] Sobre el paso de los ríos en la comarca de Benavente véase el trabajo de R. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ: “Puentes, barcas e infraestructura viaria medieval en los ríos del norte de Zamora”. Las vías de comunicación en el noroeste ibérico. Benavente: encrucijada de caminos. Benavente 2004, pp. 68-98.
[2] V. FERNÁNDEZ VÁZQUEZ: “El puente de Castrogonzalo en
el Antiguo Régimen”. Los caminos de
Santiago en el norte de Zamora.
Benavente 2006, pp. 132-178 y J. I. MARTÍN BENITO: “Los caminos a
Galicia desde Benavente hasta finales del siglo XVIII”. Brigecio 12. Benavente 2002, pp. 125-173.
[3] Los derechos del barcaje de Villafer los tenía el
concejo de Benavente. Algunos se las ingeniaban para no pagar nada, como el
carmelita italiano Giacomo Antonio Naia, que peregrinó a Santiago de Compostela
en 1717-1718. A su regreso, visitó el Cristo de Villaquejida y cruzó el Esla
por Villafer, como dejó escrito: “Antes de entrar en este lugar se pasa en
barca un ancho río y se paga cuatro ochavos que son ocho maravedíes o dos
cuartos que es lo mismo. Pero yo le dí a besar mi Crucifijo y recité un
responso con la oración por sus difuntos y así no pagué nada”. M. A. GONZÁLEZ
GARCÍA: “Memorias de peregrinos y viajeros por Sanabria y Benavente”. En Los
Caminos de Santiago en el Norte de Zamora. III Jornadas de Estudios Históricos. Benavente 2006, pág. 227.
[4] Además de las barcas que arrendaba el concejo de
Benavente, Castrogonzalo disponía de un barco, que no se arrendaba y servía
“para pasar a las labranzas”. AGS. Respuestas
Generales de Castrogonzalo. Leg. 654.
[5] Sobre el arrendamiento de la barca de Castropepe se
conserva diversa documentación en el Archivo Municipal de Benavente (AMB). Ver M. A. DEL CASO CAÑIBANO; J. C. DE
LA MATA GUERRA y Mª C. RODRÍGUEZ LÓPEZ: Op.
cit. pp. 314 (Leg. 127, exp. 10) y 315-16, leg. 113, exp. 5).
[6] “En este mismo río se encuentran las barcas de Barcial
del Barco que dan paso para Benavente y León, caminando de Zamora para estos
puntos, y la de Villaveza del Agua que le facilita para la tierra de Sanabria”.
P. MADOZ: Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar.
Madrid 1845-1850. Reed. Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de Castilla y León. Zamora. Ed. Ámbito.
Valladolid 1984, pág. 44. Los derechos sobre la barca de Barcial fueron, en un
principio, del concejo de Benavente, el cual en 1433 se los traspasó al
convento de San Salvador de Santa Colomba de las Monjas, junto con 1.200
maravedís de foro perpetuo cada año; a cambio, el monasterio entregaba al
concejo benaventano el lugar de Santa María de Valverde “con sus husos y
señoríos e jurisdicçion çebil e criminal… e con todos los pechos, fueros e
derechos”. Fr. D. YÁÑEZ NEIRA: El
Monasterio de San Salvador y Santa Colomba de Las Monjas (Zamora). Zamora
2003, pp. 65-67 y doc. 10. El paso del Esla a través de la barca de Barcial
debió ser uno de los más transitados, por estar en el camino real entre
Benavente y Zamora para Salamanca. En 1755 el prebendado sevillano Alejandro
Gálvez llegó a Benavente procedente de Zamora, a través del camino que unía las
poblaciones de Torres del Carrizal, Cerecinos del Carrizal, Arquillinos,
Villalba de la Lampreana, Villarrín, Barcial y Villanueva del Campo. El viajero
andaluz señala: “A una legua antes de Benavente, al pie de una colina, corre el
río Elzt o Elza. Su curso es al Poniente, es de muchas aguas y corrientes y se
pasa en barca”. A. GÁLVEZ. Itinerario
geográfico, histórico, crítico y litúrgico de la España, Francia, País Bajo y
gran parte de Alemania. En Un sevillano por Europa. El viaje de Gálvez en
1755. Sevilla 996, pág. 30.
[7] “A 1/4 de legua del pueblo pasa el río Esla unido ya
con el Orbigo, en que se halla una barca de paso”. P. MADOZ: Op. cit. Zamora, pág. 155. En el Mapa
topográfico del Instituto Geográfico y Catastral, nº 308. Villafáfila. 1ª
edición, 1941 consta, dentro del término de Villaveza, el topónimo “Puerto de
la Barca”, a orillas del Esla.
[8] J. I. MARTÍN BENITO: “Los caminos a Galicia desde
Benavente hasta finales del siglo XVIII”. Op.
cit., pp. 128-129 y R. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ: “Repoblación y reorganización de
la red viaria. El puente de Deustambem (siglos XII-XIV)”. Brigecio 6. Benavente 1996, pp. 153-178. Este autor cita también
una barca en Cejinas, R. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ: “Puentes, barcas e infraestructura
viaria medieval en los ríos del norte de Zamora”. Las vías de comunicación en el noroeste ibérico. Benavente: encrucijada
de caminos. Benavente 2004, pág. 86.
Los concejos de Benavente y Villafer mantuvieron varios
pleitos por el derecho de barcaje de este lugar. En el AMB hay documentación
sobre estos pleitos. Ver M. A. DEL CASO CAÑIBANO; J. C. DE LA MATA GUERRA y Mª
C. RODRÍGUEZ LÓPEZ: Op. cit., pp.
250-251.
[9] “Una barca sobre sus aguas, que pertenece al dicho
Monasterio de Moreruela del Orden de San Bernardo, que trahe arrendada
Francisco del Ravano, quien paga por ella mil reales”. AGS. Respuestas Generales de Bretó. Leg. 654.
El monasterio era propietario también de la llamada Barca de los Frailes, a un
cuarto de legua del cenobio; a mediados del siglo XVIII, por el paso de cada
persona o caballería se pagaban 10 maravedís y un real por carro. El arrendante
era Diego López de Santovenia y producía una renta al monasterio de 500 reales
al año. Por su parte, la de Bretó estaba arrendada en 1.000 reales cada año; en
1840 esta rentaba 1.520 reales de vellón. Con la desamortización, la barca de
Bretó salió en venta el 23 de marzo de 1844; se enajenó en 1848, habiéndose
tasado en 50.000 reales y rematándose en 112.500 reales. M. DE LA GRANJA
ALONSO: Estudio histórico, artístico,
religioso, agrícola y humano del Real Monasterio de Santa María de Moreruela de
la Orden Cisterciense. Zamora, 1990, pp. 200-203; 250-251; 421 y 424.
[10] R. GONZÁLEZ RODRÍGUEZ y J.I. MARTÍN BENITO: “Notas
históricas para la propuesta de escudo y bandera de Bretocino (Zamora)”. Brigecio 16, pp. 41-53. “(En) los
pueblos de Bretó y Bretocino hay otra barca para la comunicación de ambos”; la
cita es del Diccionario de P. MADOZ: Op. cit. Tomo correspondiente a León.
Reed. 1991 (voz Esla), pág. 107 y
volumen de Zamora, pág. 82. A mediados del siglo XVIII el arriendo de la barca
reportaba al monasterio de Moreruela 1.000 reales. M. DE LA GRANJA ALONSO, Op. cit,
pág. 252. Otras barcas remontando el curso del Esla fueron la de Toral
de la Vega (de los Guzmanes) y la de Valencia de don Juan, que Jovellanos
utilizó en su viaje de 1791. J. I. MARTÍN BENITO: Cronistas y viajeros por el norte de Zamora. Benavente 2004, pág.
183. Aguas abajo de Bretocino estaban las barcas de Granja de Moreruela,
Misleo, San Pelayo, San Vicente del Barco, Manzanal del Barco, San Pedro de la
Nave y Villalcampo, según se recoge en S. MIÑANO: Diccionario geográfico-estadístico de España
y Portugal. Tomo IX, Madrid 1828, pp. 404-405. La cita completa la
reproduce P. MADOZ: Op. cit. Tomos de
Zamora, pp. 82, 114, 163 y de León, pág. 107. Sobre la barca de San
Pedro de La Nave, véase: J. LORENZO ARRIBAS: “Tradición oral. Unos santos
barqueros y algunos datos documentales dispersos sobre La Nave”, en La iglesia de San Pedro de la nave (Zamora).
Zamora, 2004, pág. 20, notas 7, 8 y 9 y J. A. CASQUERO FERNÁNEZ: “La
documentación zamorana sobre San Pedro de la Nave”, en La iglesia de San Pedro de la nave (Zamora), Op. cit. pág. 41. Las barcas del Esla aparecen señaladas en el Mapa de la provincia de Zamora, de Tomás
López (1773). Las de Bretó hasta Villalcampo se recogen en el mapa del
visitador de las “Vicarías del Arzobispado de Santiago de Aliste y Alba”
(primera mitad el siglo XIX), que se guarda en el Archivo Histórico Diocesano
de Zamora y que reproduce M.A. JARAMILLO en Remembranza.
Las Edades del Hombre. Zamora 2001, pp. 178-179. A las barcas del Esla,
Tera y Órbigo se refiere también U. ÁLVAREZ MARTÍNEZ: Historia General civil y eclesiástica de la provincia de Zamora.
Madrid 1965, pág. 9. Las del Esla las cita también L. CORTÉS VÁZQUEZ: Mi libro de Zamora. Salamanca 1995, pp.
41-48. Barca hubo también en Ricobayo. Esta, junto a las de Manzanal,
pertenecían al conde de Alba y Aliste. Sobre esto último véase M. GÓMEZ RÍOS: Alba de Aliste (1190-1564). El castillo, el
señorío, el condado. Roma 1997, pp. 203-205.
[11] “Una barca que solo sirve para pasar a el Prado, y es
propia de el consejo de esta villa, que le vale anual quarenta y quatro reales
en arrendamiento”. AGS. Respuestas
Generales de Pobladura del Valle. Leg. 360. Cita la barca también F.
FULGOSIO: Crónica de la provincia de
Zamora. Madrid 1869, pág. 9.
[12] P. MADOZ: Op.
cit. Zamora, pág. 148.
[13] “A la veintitrés dijeron que los propios que disfrutan
en el referido lugar consiste en el de una barca que se halla en rio Orbigo y
pasa por su termino la que produce en renta a el año y en un quinquenio mil
reales de vellón”. AGS. Respuestas
Generales de Manganeses de la Polvorosa. Leg. 654. En 1779 el corregidor de
Benavente disponía los aranceles que debían pagar las personas, caballerías y
carruajes en épocas e la que el río iba crecido. Una persona que pasara con una
caballería cargada debía pagar seis cuartos y si iba descargado, cuatro. La
tarifa subía dos cuartas más si se pasaba con carro. Se disponía también el
paso de un máximo de 20 ovejas o cabras en cada viaje. En el Archivo de la Real
Chancillería de Valladolid hay un pleito de 1785-1787 relacionado con el
barquero de Manganeses, acusado de cometer abusos deshonestos con una pasajera,
esposa del cirujano de la villa de San Esteban de Nogales. J. I. MARTÍN BENITO:
Manganeses de la Polvorosa (Zamora). Guía
histórico-turística. Benavente 2003, pp. 16-17.
[14] “Y sesenta reales que en virtud de concordia percibe
la villa de Venabente por el paso de la barca de los vezinos de este lugar”.
AGS. Catastro de Ensenada. Respuestas
Generales de Santa Cristina de la Polvorosa. Leg. 654. En el AMB se conserva abundante documentación sobre el
arrendamiento de esta barca. Ver M. A. DEL CASO CAÑIBANO; J. C. DE LA MATA
GUERRA y Mª C. RODRÍGUEZ LÓPEZ: Op. cit.,
pp. 250, 304, 306, 313-314, 353-354.
[15] La barca de La Ventosa estuvo activa hasta mediados de
los años sesenta del pasado siglo. Me dio bastante información de ella Jesusa
Simón Fidalgo, esposa del último barquero que cruzaba el Órbigo en La Ventosa,
Celso Guerra Dueñas, de Santa Colomba de las Monjas. Véase también, E. PÉREZ
MENCÍA: “El barquero”, en Valles de
Benavente. Oficios tradicionales y artesanos. Benavente 2006, pp.189-195 y
J. CACHÓN GONZÁLEZ: Brindis al Condado.
Cosas y casos. Benavente 2009, pp. 146-149.
[16] A mediados del siglo XVIII en Santa Colomba había una
barca: “A la veinte y nuebe dijeron que de su contenido comprehende una
taberna, y una barca; dicha barca pertenece a el referido Combento de San
Bernardo, la tiene arrendada a el presente Narziso Diez, vezino de la villa de
Venavente”. AGS. Catastro de Ensenada.
Respuestas Generales de Santa Comba de las Monjas. Leg. 654. La cita
también P. MADOZ: Op. cit. Zamora, pp. 73 y 163.
[17] AMB. Leg. 93, exp. 11. M. A. DEL CASO CAÑIBANO; J. C.
DE LA MATA GUERRA y Mª C. RODRÍGUEZ LÓPEZ: Op.
cit., pág. 250.
[18] Instituto de Historia y Cultura Militar. Sección A,
grupo XV, subgrupo II. 4069. 8 de enero de 1812. Sig. 3-2-2-14. Rollo 23.
[19] P. MADOZ: Op.
cit. Zamora, pág. 31.
[20] Agradezco la información a José Manuel Soto, de
Cional.
[21] La barca de Villar de Farfón tenía capacidad para
llevar unas siete caballerías o dos carros, o 50 personas. Se tardaba en cruzar
el río 3 o 4 minutos. Instituto de Historia y Cultura Militar. Sección A, grupo
XV, subgrupo II. 4069. 8 de enero de 1812. Sig. 3-2-2-14. Rollo 23.
[22] P. MADOZ: Op.
cit. Zamora, pág. 121, 153 y 163.
[23] Agradezco la información a Nazario Ballesteros, de
Santa Marta de Tera y a Faustino Galende Llamas, de Pumarejo de Tera.
[24] La barca estuvo activa hasta la construcción del
puente, hacia 1975. Información de Faustino Galende.
[25] Me dieron referencia de ella el último barquero de
Bretocino, Claudino Domínguez y Nazario Ballesteros. Debió estar activa hasta
la construcción del puente sobre el Tera (circa
1934-1935).
[26] Agradezco la información a Francisco Gallego, de
Bretocino. Ver también E. PÉREZ MENCÍA, Op.
cit.
[27] F. FULGOSIO: Op
cit., pp. 8-9: “(El Tera) tiene puente de piedra junto á la Puebla de
Sanabria, de madera en Abraveses, y las barcas de Mozar, Aguilar de Tera y
Valparaíso”. La barca de Mózar se arrendaba en 1638. M. A. DEL CASO CAÑIBANO;
J. C. DE LA MATA GUERRA y Mª C. RODRÍGUEZ LÓPEZ: Op. cit. pág. 304, Leg. 126, exp. 19. No se cita en el Catastro de Ensenada, pero sí la recoge
P. MADOZ: Op. cit. Zamora, pág. 109.
También cita la barca de Mózar, P. MADOZ, Op.
cit. pág. 109.
La barca entre pobladura del Valle y Fresno de la polvorosa.no vecilla de la polvorosa,q no tuvo nunca barca.
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